3.000 puestos de venta configurarán la próxima reorganización del Rastro
La última fase de negociaciones para la reorganización del Rastro entre el Ayuntamiento de Madrid y los vendedores afectados se desarrollará en el próximo mes de septiembre, ha informado Miguel Lara, presidente de la Junta Municipal de Centro. Unos 3.000 puestos de venta en la calle configurarán el conjunto del popular mercado, cuyos nuevos límites restan por diseñar. La comisaría de policía se trasladará a la ronda de Toledo para evitar los bloqueos que actualmente padece su acceso en la Ribera de Curtidores durante los domingos y festivos.
La materialización de la reestructuración del Rastro se producirá provisionalmente en diciembre y de forma definitiva en la primavera próxima, según prevé el presidente de la junta municipal de Centro, Miguel Lara. El control de la venta callejera en este mercado se hará con técnicas informáticas, al igual que el de la venta ambulante en Madrid. Este programa ha incidido parcialmente en el retraso en dicha reordenación -cuyo proyecto lo abordó el Ayuntamiento de Madrid a principios de 1984-, según ha explicado Lara.Otra de las razones del retraso es la dificultad de llegar a un acuerdo sobre los límites del Rastro entre los responsables municipales y los vendedores afectados por la reforma. "El punto de principal fricción es la cabecera del Rastro, la plaza de Cascorro", indica Lara.
Según un estudio encargado por el Ayuntamiento de Madrid a Protección Civil, en esa plaza no debería haber puestos de venta por razones de seguridad. Sin embargo, adoptar una medida tan drástica como la prohibición de puestos en esa plaza resultaba imposible frente a la realidad y se hizo un estudio de permisión de un número máximo de puestos que ha sido fijado en 400, cifra que aún es considerada insuficiente por los vendedores.
Paralelamente a la actuación municipal, el Ministerio del Interior ha decidido el traslado de la actual comisaría de policía situada en la calle de Ribera de Curtidores a la ronda dé Toledo. La comisaría se instalará en el edificio de un viejo hotel, cerrado desde hace varios años, que ha sido comprado por la Administración.
Con este cambio, las citadas dependencias policiales ganarán en espacio, pero, sobre todo, dejarán de estar bloqueadas durante los domingos y festivos por la masa de gente y puestos de venta que se acumulan en la actualidadante su puerta.
La base de las negociaciones que habrán de mantenerse en septiembre para la reorganización del Rastro es un doble trabajo de encuesta sobre los puestos existentes, los que teóricamente debe haber y su conjugación con los espacios libres para garantizar la seguridad en la zona ante una posible ernergencia.
Se han realizado dos encuestas, una por cuestionan o repartido entre los vendedores y otra elaborada como trabajo de campo, "puesto por puesto y con el control de representantes de los propios vendedores", señala el concejal. "La realidad", añade, "es que en el Rastro vienen funcionando habitualmente unos 3.000 puestos, y no 5.000 como se ha dicho alegremente, inflando la cifra. Y esos 3.000 podrán seguir teniendo sitio con un reparto racional del espacio".
"Esta discusión será la recta final para la reordenación definitiva", dice Lara, "que se podrá notar en diciembre y que deberá quedar terminada en la primavera próxima".
Tres de las zonas principales del Rastro -Campillo Pueblo Nuevo, Ribera de Curtidores y plaza del General Vara de Rey- van a acusar cambios notables. En Campillo Pueblo Nuevo se pretende que el espacio de arena quede libre para ser ajardinado, en Ribera de Curtidores se habilitarán carriles de acceso para vehículos de emergencia y en la plaza del General Vara de Rey -donde actualmente está prohibida la venta en días laborables- se abrirá la venta libre en domingos y se regulará la venta en laborables, "de forma que lospuestos de venta guarden una estética con el ambiente ajardinado, que va a tener esta plaza", precisa Miguel Lara.
La frontera del Gasómetro
El Rastro, por el sur, acaba en la ronda de Toledo. El Ayuntamiento quiere darle al mercado en esta calle más potencia y agilidad, para lo que, probablemente, se cortará el tráfico durante los domingos y festivos por la mañana y se diseñará un nuevo reparto del espacio.La otra orilla de esta zona, donde el Rastro aparentemente -o en realidad- se extiende, "no es ya el Rastro", apunta Lara, "sino un mercado distinto, perteneciente al distrito de Arganzuela, que va a ser necesario reformar".
La potenciación del Rastro en la ronda de Toledo exigirá desviar la circulación por el paseo de las Acacias, donde actualmente prolifera la venta de coches usados. Entre éstas se extiende ese mercadillo del Gasómetro, donde abunda el juego prohibido de las triles.
Según Miguel Lara, se erradicarán tanto los juegos prohibidos como la venta de alimentos sin control. "Los vendedores portarán una tarjeta específica que podrá ser requerida por la policía, de manera que este control impida ese tipo de ventas o actividades que implican serios riesgos sanitarios y de estafa".
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