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En busca de la fórmula mágica

Rosa Cullell

En estos últimos cuatro años, una gran parte de países europeos, así como EE UU, Canadá y Japón, han emprendido la búsqueda de la fórmula mágica para fomentar la contratación juvenil. Sin embargo, el incremento de la temporalidad y la disminución de los contratos indefinidos son las características del empleo juvenil en Europa.El Gobierno belga ha sido uno de los más taxativos. Tras ver como su cifra de jóvenes desempleados se disparaba a principios de los 80, ha optado por dictar una norma: todas las empresas de más de 50 personas están obligadas a contratar, al menos, a un 3% de personas menores de 30 años y por un, período mínimo de seis meses. Estos jóvenes. reciben el 90% del salario, y las empresas no pagan Seguridad Social.

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En la RFA, donde el 10,1% de los jóvenes está desempleado, se ha puesto en marcha un doble sistema educativo, que incluye las prácticas durante los últimos años de escolaridad. En 1983, se crearon 720.000 plazas de trabajo para aprendices, que cobran una media de 520 marcos al mes el primer año y 720 el tercero (unas 30.000 y unas 41.000 pesetas respectivamente). Los empresarios de la RFA, sin embargo, se quejan de que estos aprendices cuestan más que un trabajador experto. Los aprendices alemanes "tienen seis semanas de vacaciones al año y, normalmente, van al colegio uno o dos días a la semana, con lo que el empresario está de suerte si consigue de ellos 100 días de trabajo al año", afirman las patronales.

Para muchos, el sistema simplemente pospone el desempleo. Según estadísticas del Ministerio de Educación de la RFA, "dos de cada cinco jóvenes deben dejar su empresa cuando el período de aprendizaje ha finalizado".

En Francia, la CNPF y los sindicatos firmaron un acuerdo para promover la contratación de jóvenes. Es significativo, sin embargo, que del total de jóvenes empleados de entre 15 y 24 años sólo 227.396 lo están a jornada completa.

Según el Instituto Francés de la Seguridad Social, de los 334.306 jóvenes que pasaron a formar parte de la población activa en 1984, 140.193 debieron alistarse al paro. De los 194.113 que consiguieron empleo, 74.327 son aprendices; 6.928 realizan prácticas; 16.964 cuentan con un contrato temporal; 3.866 son interinos; 5.324 son contratados del Estado; y 7.214 trabajan para la Administración con un status poco preciso. De ello se deduce que sólo 69.224 jóvenes encontraron trabajo fijo.

En el Reino Unido se estableció en 1978 un plan en virtud del cual todo adolescente que hubiera terminado sus estudios escolares en verano y se encontrara sin trabajo en Semana Santa obtendría un puesto en algún curso práctico o de formación. En el primer año de aplicación del plan 210.000 adolescentes consiguieron un puesto de trabajo. En Italia, donde el paro, afecta a un 34,1% de los jóvenes, el objetivo del Gobierno es crear cuatro millones de empleos en diez años.

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