Mítines callejeros y detenciones en la jornada de 'Defensa de la vida' en Chile

Numerosos mítines relámpago se realizaron ayer en las calles de Santiago en el primer día de una jornada en defensa de la vida convocada por el conjunto de la oposición chilena para protestar contra asesinatos y secuestros atribuidos a la policía del régimen militar. La policía practicó varias detenciones.En los actos de ayer, en los que participaron sobre todo jóvenes, mujeres y habitantes de barriadas pobres, fueron detenidos al menos cuatro manifestantes, según la policía, y más de 20 según testigos. Los manifestantes lanzaron panfletos, gritaron consignas contra la dictadura militar y prendieron fuego, a neumáticos en protesta contra "el estado de inseguridad que vive la ciudadanía", tal y como dijeron los organizadores de las jornadas.

Acusaciones a carabineros

Mientras tanto, la policía chilena anunció ayer su profunda reestructuración tras el estallido del escándalo por la presunta participación de 14 carabineros en el secuestro y degollamiento de tres opositores comunistas hace cuatro meses. El caso, que movilizó a toda la opinión pública chilena, provocó la caída del jefe de la policía desde 1973 y miembro fundador de la Junta de Gobierno, general César Mendoza. Su sucesor, el general Rodolfo Stange, anunció la disolución de la Dicomcar, la oficina de espionaje de carabineros a la que pertenecían los acusados por el triple degollamiento.Otros tres carabineros fueron dados de baja en la ciudad de Concepción, 500 kilómetros al sur de Santiago, por su presunta responsabilidad en el asesinato de un joven que fue detenido por conducir en estado de embriaguez y cuyo cuerpo fue lanzado al mar simulando un suicidio.

Para acrecentar las críticas contra la actuación de los carabineros, la Corte Suprema de Justicia ordenó una investigación especial en el caso de la muerte de un joven socialista en febrero pasado, víctima de un supuesto ataque al corazón mientras estaba detenido en un cuartel policial, acusado de actividades subversivas.

La dirección de los carabineros, entretanto, dio ayer de baja a dos policías que, presumiblemente, dispararon contra un grupo de manifestantes el domingo Pasado y mataron a un muchacho de 14 años que participaba en el acto.

El régimen militar negó ayer autorización a la concentración prevista para hoy, en la que hablará el presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, el democristiano Jaime Castillo, y mantuvo la medida de enviar al destierro interno por tres meses a 14 dirigentes opositores -la mayoría miembros del proscrito partido comunista-, que fueron llevados a Melinka, una despoblada isla de ocho kilómetros cuadrados, 1.500 kilómetros al sur de Santiago.

Familiares de los confinados, que tomaron pacíficamente la sede de la CEE en la capital chilena durante dos días para protestar por la medida, dijeron que en la isla no se reciben periódicos, no hay teléfono ni vehículos, y los únicos edificios públicos son una escuela, un policlínico, el ayuntamiento y un cuartel de la policía.