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La 'cumbre' árabe de Casablanca aplaza su clausura ante las dificultades para alcanzar un acuerdo

La cumbre árabe extraordinaria de Casablanca, cuya clausura estaba prevista para ayer, prolongará durante la mañana de hoy sus sesiones, en un intento de lograr un punto de vista común sobre el acuerdo jordano-palestino del 11 de febrero pasado. Resulta difícil todavía prever la orientación final de la cumbre, aunque Marruecos sostiene que ha consagrado el aislamiento del régimen de Damasco.

La noticia del aplazamiento de la clausura de la cumbre sorprendió en Casablanca, ya que las 17 delegaciones que participaron -16 países más la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)- tenían previsto en su mayor parte marcharse hoy por la mañana.El anuncio de la continuación de las sesiones se produjo después de una reunión de más de cuatro horas, mantenida en la tarde de ayer, en la que el rey Hussein de Jordania, según la agencia France Press, insistió en que el comunicado final supusiera una aprobación clara del acuerdo jordano-palestino mientras que la mayoría de los participantes preferían evitar mencionarlo para no incrementar las divergencias interárabes En principio la cumbre finalizará en la mañana de hoy.

Horas antes de que esta nueva situación situación un ministro marroquí que almorzó con un grupo de cuatro periodistas, entre ellos el enviado especial de EL PAÍS, resumía ayer así los posibles resultados.

"Por primera vez, los Estados árabes hemos logrado romper el Círculo vicioso de las supuestas unanimidades que han paralizado nuestra acción. Hemos logrado reunir una cumbre en la cual no todos los países están representados, pero bienvenido sea este 80% o 60% de participación que nos permitirá actuar".

Para el ministro, Yasir Arafat se ha visto rehabilitado como jefe de la OLP y como líder, con todo lo que ello ha de implicar en cuanto a apoyo político y financiero. "El plan Hussein-Arafat, sin haber sido avalado, no ha sido denunciado, lo cual remite su apreciación final a los hechos concretos de su aplicación".

La cumbre extraordinaria de Casablanca ha puesto en marcha dos misiones de conciliación que iniciarán sus gestiones de inmediato y que deberán haber cumplido su cometido antes de la próxima cumbre ordinaria de Riad, prevista en principio para noviembre de este año. La primera misión debe intentar reconciliar a Siria con Jordania, y la segunda a Irak con Libia.

De acuerdo con diversas fuentes árabes, el objetivo fundamental de esta cumbre es aislar a Siria, por lo que los participantes consideran actuaciones negativas de Damasco, con vistas a lograr una solución o plataforma mayoritaria del conflicto de Oriente Medio, partiendo del realismo político que todos los presentes en Casablanca comparten de que "no existe hoy una solución militar del conflicto árabes israelí, y que, por tanto, los árabes no pueden seguir manteniendo, ese mito de la guerra, en el cual no creen".

Aislar a Siria, que en el lenguaje de esta conferencia ha significado señalar los que consideran errores de Damasco, como el apoyo a Irán contra Irak, la represión de los partidarios de Arafat y los intentos de dividir a la OLP, los ataques contra los campos palestinos en Líbano, que Arafat describió como "matanza de Sabra y Chatila II", no quiere decir cerrarle las puertas, sino, según los reyes de Jordania y Marruecos, discutir para que Damasco acepte este realismo político y que adecúe las soluciones propuestas a las posibilidades reales de actuación y presión de los árabes en el presente.

"No se puede continuar bloqueando el proceso hacia la paz por temor al terrorismo a la subversión sirias", declaró otro delegado. "Sobre todo si se tiene en cuenta que Siria tampoco está dispuesta a hacer la guerra a Israel. Esta cumbre demuestra que los participantes ya no tememos eso", dijo.

El acuerdo jordano-palestino, descrito por el rey Hussein de Jordania ante la cumbre como simples gestiones, ha sido admitido como una etapa hacia la realización del plan de Fez (cumbre de 1982), aunque ni el rey Hussein ni la OLP han proporcionado detalles sobre él.

Abdelhamid Sayegh, presidente del Consejo Nacional palestino, ha estimado que no existe ninguna contradición entre el plan de Fez y el acuerdo jordano palestino, mientras que Faruk Kaddumi, ministro de Relaciones Exteriores de la OLP, ha declarado -y ésta también ha sido -la actitud del rey Hussein- que por qué la OLP o Jordania deben someter a la cumbre su acuerdo si otros países árabes, como Marruecos y Libia con su unión, no las han sometido nunca a la Liga Árabe".

En todo caso, la cumbre de Casablanca no cuenta con el apoyo de la URSS, que teme que el respaldo de la cumbre al acuerdo Hussein-Arafat incite a los árabes a una solución americana del conflicto de Oriente Próximo

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