El Supremo estudia el caso de los alféreces que fueron expulsados del Ejército en 1973
La Sala Quinta de lo Contencioso del Tribunal Supremo ha admitido a trámite un recurso de apelación presentado por Faustino Canga Martínez, en un último intento por parte de éste de anular la decisión de los mandos militares de expulsarle, como alférez del Ejército, de la Academia de Infantería de Toledo. Canga Martínez fue expulsado por el Consejo de Disciplina de la academia en julio de 1973, junto con sus compañeros Mario Fayos, Francisco García García y Juan Vázquez Ruiz. Entre las acusaciones de que fueron objeto los expulsados figuraban las de falta de fe cristiana, lectura de libros sobre el Ejército soviético, contactos con universitarios y otras similares.Los cuatro expulsados han planteado desde entonces numerosos recursos por las vías administrativa y judicial -todos ellos resueltos en contra de los afectados- y, cuando acaban de cumplirse doce años desde que les fue impuesta la sanción, el Tribunal Constitucional ha admitido estudiar el problema.
Paralelamente, los ex alféreces del Ejército han planteado su caso al defensor del pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez, quien recientemente dirigió una carta a los afectados, en la que les indica que se ha iniciado una investigación "sumaria e informal" sobre los hechos, de la que se ha dado cuenta al ministro de Defensa, Narcís Serra. También en este caso fue Canga Martínez quien expuso el problema ante el Defensor del Pueblo el pasado mes de abril, pero posteriormente se sumaron a la iniciativa sus otros tres compañeros.
"Todo sigue igual"
Para Canga Martínez, el problema es "incómodo para unos y banal para otros", pero entiende que "todo sigue igual" desde que se produjo su expulsión. "Ha muerto el general Franco, tenemos una Constitución democrática, hay un Gobierno socialista a punto de cumplir su tercer año de mandato, y nuestra situación es exactamente la misma que el 13 de julio de 1973".
Uno de los argumentos utilizados para la expulsión de Canga Martínez fue que se interesaba por la organización de las fuerzas armadas de la URSS, ya que había leído el libro El Ejército soviético, de Lidell Hart, que se encontraba en la biblioteca de la academia. Contra Mario Fayos se dijo que no tenía fe cristiana, a pesar de que, un año antes, había publicado en la revista Alíjares, de la academia, un artículo titulado Carta a mi hermano de 15 años, en el que, entre otras cosas, decía: "Tenemos que darnos cuenta de que el cristianismo no es una forma de religión, sino que es una forma de vida". Agregaba que los jóvenes deben buscar la verdad sin esperar gratificaciones, "pero con la mirada alta, con Cristo como testigo y ejemplo".
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