_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La ruptura de la concertación social cotizó a la baja

Este último ciclo ha estado partido en dos, tanto por terminar un mes en su transcurso como por la evolución de las cotizaciones, al alza en las primeras sesiones y en descenso después.No se esperaba casi nadie que las circunstancias de los mercados variasen lo más mínimo antes de comenzar las vacaciones, y, sin embargo, la esperada evolución favorable del índice de precios al consumo del mes de junio pasó completamente inadvertida, al producirse simultáneamente el anuncio de la ruptura de la concertación social por parte de los empresarios. Una noticia venía a confirmar las expectativas alcistas y la otra se dedicaba a sembrar vientos en lo que se esperaba que fuese un verano tranquilo.

Los presidentes de las compañías eléctricas se fueron de vacaciones, pero dejaron la luz encendida. En la reunión que mantuvieron con el ministro de Industria hicieron una vez más una declaración de intenciones que, evidentemente, mantiene el compás de espera, pero denuncia un clima de entendimiento que las cotizaciones no dejaron pasar inadvertido.

También la paridad peseta-dólar empezaba a resultar favorable, al tiempo que la factura del petróleo comienza a disminuir gracias al descenso en el precio de los crudos. Todo esto, unido a la creencia de que aún se producirá un descenso en los tipos de interés, era terreno abonado para que los mercados de valores iniciasen el despegue que desde algunos sectores se había venido anunciando.

Sin embargo, las dos primeras sesiones del presente mes tuvieron un cariz claramente vendedor, si bien sin la presencia de órdenes vendedoras de importancia, no siendo para aquellos valores a los que la especulación había llevado a unos precios muy altos. El equilibrio de fuerzas se rompió por el lado más débil, esto es, el de los beneficios. Se habían acumulado algunas plusvalías importantes y en los cinco últimos meses no se han producido muchas situaciones similares, por lo que la ocasión se ha aprovechado cumplidamente.

Ahora sólo queda por ver el alcance de esta corriente vendedora y la capacidad del mercado -de hecho, muy reducida los veranos- para remontar los actuales niveles. El mes empieza con pérdidas, pero la semana ha sido una nueva muestra de equilibrio, y no es necesario darles a estas realizaciones más importancia de la que en principio parecen tener.

Al cierre imperaba la tranquilidad, sin que dinero ni papel se dedicasen a hacer ostentaciones. Por ello, para la semana entrante la mayor preocupación de los habituales estará centrada en los valores estrella, la mayoría de ellos en franca decadencia ante las urgencias vendedoras de aquellos que repetidamente han demostrado tener los reflejos más ágiles.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_