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Los madrileños espaciaron su salida de vacaciones y no se aglomeraron en las carreteras

Las campañas de la Dirección General de Tráfico recomendando la salida escalonada de vehículos en el comienzo de las vacaciones de verano han producido efecto positivo. Ayer no hubo aglomeraciones ni accidentes espectaculares en ninguna de las carreteras madrileñas, pese a la previsión de que unos 400.000 vehículos podían abandonar la ciudad. Las situaciones más conflictivas se produjeron en las primeras horas de la madrugada.

Hacia las 8.30 de ayer, Miguel Muñoz Medina, subdirector general de Circulación y Seguridad Vial, subió al helicóptero Alouette matrícula EC-CHI, para comprobar en persona y desde el aire la situación de las carreteras madrileñas. El helicóptero despegó de la pradera que tiene el Canal de Isabel Il en la calle de las Islas Filipinas. A los mandos iba el piloto Manuel Montilla.Muñoz Medina, de 41 años, sabía ya a esa hora que la operación salida no estaba resultando el apocalíptico desfile de cientos de miles de coches cargados hasta los topes que cabía esperar. El alto funcionario de la Dirección General de Tráfico había ido poco antes de las cinco de la madrugada al centro de control de Tráfico de la calle de Josefa Valcárcel, y allí había escuchado las novedades.

De las primeras informaciones recibidas en el centro de control de Tráfico, Muñoz Medina dedujo que este año los madrileños que veranean en agosto han organizado sus salidas mucho mejor que en el pasado. El fenómeno ha sido inconsciente y espontáneo, aunque no puede desdeñarse el papel de las campañas preventivas oficiales, recogidas con generosidad en los medios de comunicación.

En la tarde y noche del 31 de julio, la circulación fue espesa, pero fluida, en todas las rutas que salen de Madrid. Un constante chorreo de vehículos, que en ningún momento llegó a remansarse y atascarse. Algunos problemas se presentaron, en cambio, hacia las dos, tres y cuatro horas de la madrugada del día 1, que se han revelado como las escogidas por un mayor número de viajeros para dejar atrás 11 meses de vida urbana y comenzar unas pocas semanas en la sierra o la playa.

Pero, pese a ello, sólo en la carretera de Andalucía, a su paso por el Puente Largo de Aranjuez, el punto negro número uno de las carreteras madrileñas, se produjeron algunas retenciones. La Guardia Civil desvió parte del tráfico por la carretera de Añover del Tajo, pero la medida sólo se mantuvo una media, hora, porque pronto la riada de coches volvió a su cauce.

Esos relativos agobios estaban prácticamente superados cuando a primera hora de la mañana el subdirector general salió de inspección en helicóptero. Superviviente de un accidente aéreo, Muñoz Medina cree que, según la estadística, nunca volverá a vivir otro, y, por tanto, un viaje en helicóptero es para él "un disfrute".

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El de ayer lo fue con más motivos, porque llegó a darse el fenómeno de que en algunos momentos y carreteras se registrara menos tráfico del normal. A una velocidad de 170 kilómetros por hora y una altura de 100 metros, el Alouette, una carcasa transparente y temblona con un motor y unas aspas, se dirigió a la carretera de La Coruña. Esta ruta era una cinta asfaltada y casi solitaria en la que, hacia las nueve horas de la mañana, circulaban en dirección norte casi tan pocos vehículos como en la mañana del día de Navidad.

Muñoz Medina asió entonces el micrófono y preguntó al centro de control cómo andaban las cosas por la carretera de Andalucía. La respuesta de la base fue que, según informaba la Guardia Civil, también todo rodaba con normalidad allí. El subdirector general ordenó al piloto que fuera a comprobarlo.

En la carretera del Sur, los turismos más llamativos eran los Peugeot cargados de bultos en la baca, con matrículas francesas, belgas u holandesas. Eran en su mayoría norteafricanos de regreso por un mes a su tierra de origen, viajeros que hacen 2.000 kilómetros de un tirón para encontrarse con el superatasco de Algeciras.

Muñoz Medina comentó entonces que una de las labores de las que se siente más satisfecha la Dirección General de Tráfico es la de asistencia a estos viajeros magrebíes. En colaboración con el cónsul de Marruecos en Madrid, Jamal Mechbal, Tráfico va logrando que los norteafricanos de tránsito por España usen las zonas de descanso creadas expresamente para ellos.

Ni en el Puente Largo de Aranjuez había retenciones cuando, hacia las diez de la mañana, el Alouette , perseguido siempre por su sombra, lo sobrevoló. Así que, tras una pasada por el Palacio Real y los jardines de Aranjuez, Muñoz Medina decidió dar un último vistazo, ahora en la carretera de Valencia. Allí nuevamente el único problema lo planteaban, como durante todos los días del año, los camiones, que en algunos tramos formaban colas de 15 o 20 turismos, y la travesía del cruce con semáforo de Arganda.

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