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Tiempo de descanso

El de Transportes, único ministro que permanecerá en su despacho durante el mes de agosto

A diferencia del presidente del Gobierno, que cambia cada año el destino de su asueto veraniego, los ministros de su Gabinete se distinguen por reincidir en sus desplazamientos habituales. Aunque el Consejo de Ministros no se reúna entre el 31 de julio y el 28 de agosto, ninguno de sus titulares dedicará todo ese plazo a las vacaciones. Y aunque todos ellos harán breves apariciones en sus despachos para seguir de cerca la marcha de los presupuestos o atender a los compromisos de su calendario, sólo Abel Caballero permanecerá sin moverse a pie de despacho.

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La oposición también descansa

Ningún miembro del Gobierno es tan original como Felipe González, que todos los años cambia el emplazamiento de sus vacaciones de verano. Fuera del presidente del Gobierno, cuyas preferencias se orientan por la lejanía de su despacho y el aislamiento, para evitar interferencias que alteren sus deseos de aburrirse mientras está de vacaciones, los ministros del actual Gabinete planean un descanso absolutamente convencional.El reciente cambio en la cabeza de algunos ministerios ha introducido algunas variables en los planes previstos por sus nuevos inquilinos. El caso más singular es el del ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Abel Caballero, que piensa permanecer en su despacho todo el mes de agosto.

Ernest Lluch, veterano en Sanidad y mucho más. familiarizado con los asuntos ministeriales, será de los que más disfruten del ocio veraniego. Piensa dedicarlo todo a su tierra barcelonesa, repartido entre su pueblo natal de Vilasá de Mar y el de Maià de Moncalt, donde posee una torre.

Su paisano Joan Majó, ministro de Industria, hará lo mismo que ha hecho mientras era presidente del Colegio de Ingenieros Industriales, alcalde de Mataró o director general de Informática: veranear con su numerosa prole en su torre de Argentona, también de la provincia de Barcelona.

También en Cataluña descansará, como ha sido su costumbre, el ministro de Justicia, Fernando Ledesma. Ocupará entre 15 o 20 días un apartamento de la urbanización Torrevalentina de la Costa Brava.

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El ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Javier Solana, nutre la nómina vacacional catalana con su estancia en la casa que el filósofo Xavier Rubert de Ventós, su anfitrión, posee en el Ampurdán. Del 5 al 20 de agosto, Solana, alternará sus paseos en bicicleta, sus partidas de tenis y sus lecturas con las charlas entre amigos de la intelectualidad catalana.

No estará lejos el ministro de Agricultura, Carlos Romero, que acostumbra a pasar en Cambrills, el pueblo de su esposa, la mitad de sus vacaciones. La otra mitad la reserva como siempre para pasarlo con los vecinos de Fuentesaúco, su pueblo zamorano.

Maravall, Serra y Pons se desplazarán a las islas Baleares. El ministro de Educación, a Menorca, donde permanecerá hasta el 20 de agosto, y el de Administración Territorial, nativo y vecino de Mallorca, pasará la mayor parte de sus vacaciones en el apartamento que posee la familia en la bahía palmesana. Serra no sabe el tiempo que podrá pasar en su refugio tradicional de Deià.

El único ministro que acogerá el Norte es el nuevo titular de Obras, Públicas, Javier Cosculluela. Después de clausurar un curso en la universidad santanderina Menéndez Pelayo, se trasladará a la vecina Laredo donde pasará tan sólo unos días en una casa de la familia.

Carlos Solchaga, de Economía, todavía no tiene organizado su veraneo, pero es seguro que no faltará a su cita regular con el Mediterráneo, aunque no es probable que acuda con Boyer a Marbella como ha hecho en años anteriores.

En Levante se encontrarán el ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, que es habitual de La Manga del Mar Menor, en Murcia, y el de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, viejo conocido de Santa Pola, en Alicante.

Los portavoces de Barrionuevo y Almunia, ministros respectivamente de Interior y Trabajo, han considerado que las vacaciones de sus ministros pertenecen al ámbito privado de sus titulares, razón por la cual prefieren mantenerlas en secreto. Sin embargo, es probable que Joaquín Almunia pase unos días en tierras vizcaínas, por donde suele dar una vuelta todos los veranos.

El vicepresidente, Alfonso Guerra, no modificará sustancialmente su costumbre veraniega. A expensas del calendario de Felipe González, sustituirá al presidente durante su ausencia de la Moncloa. El resto del tiempo que le quede libre lo pasará en la casa que su esposa y su hijo Pincho ocupan durante el verano en Cabo Roche (Cádiz).

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