La Embajada de España en Beirut restringirá drásticamente los visados a ciudadanos libaneses

La Embajada de España en Beirut ha recibido instrucciones para restringir drásticamente la concesión de visados a ciudadanos libaneses con el propósito de impedir la entrada en la Península de elementos terroristas, según revelaron fuentes de esa representación diplomática. Una medida similar se estudia para aplicarla a los ciudadanos sirios.

Los visados solicitados en la cancillería, situada en el sector musulmán, y en la antena consular, ubicada en el sector cristiano de la capital, no son ahora obtenidos, como venía siendo costumbre, en el plazo de 48 horas y su concesión no depende ya del encargado de negocios actualmente al frente de la embajada, sino del visto bueno de Madrid.Desde el pasado martes, todas las solicitudes son enviadas por valija diplomática al Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid, que a su vez las remite al del Interior, al que corresponde aceptarlas o rechazarlas antes de devolverlas, a través del mismo conducto, a Beirut, donde se prevé tardarán por lo menos 15 días en recibir la respuesta.

Además de las peticiones presentadas por personas fichadas como sospechosas, Interior denegará también aquellas cuyos motivos de viaje no parezcan suficientemente claros.

La medida ha causado trastornos y provocado protestas por parte de algunos de los 6.000 libaneses que anualmente visitan España de turismo o de negocios, con tanta mayor razón que es imposible eludirla entregando, por ejemplo, el impreso de solicitud del visado en un consulado español en otro país de Oriente Próximo, porque sólo el de Beirut está autorizado para tramitarlos.

La nueva norma, introducida hace años por otras representaciones occidentales en Beirut, como la de Francia, sólo prevé excepciones para las personalidades libanesas, cuya luz verde para la concesión del visado podrá ser pedida por télex para acelerar los trámites, y para unas pocas personas notoriamente conocidas por la embajada, como algunos libaneses casados con españolas, que lo obtendrán en el acto.

Además de esta medida restrictiva, los libaneses deben adjuntar al impreso rellenado una carta de su banco certificando que poseen una cantidad determinada de dinero en su cuenta corriente, motivo por el cual, se supone, no intentarán buscar durante su estancia en España un empleo remunerado.

La embajada en Beirut es la única representación diplomática española que ha sido hasta ahora instruida para que aplique una norma tan restrictiva. En tiempos del ministro José Pedro Pérez Llorca, el Consulado General de España en Jerusalén fue, sin embargo, obligado a poner en vigor un procedimiento muy similar con objeto de evitar los viajes a la Península de personalidades israelíes que aquel titular de la cartera de Exteriores consideraba perjudiciales para las buenas relaciones de Madrid con las capitales árabes.

La nueva medida es una primera respuesta española a las amenazas concretas y graves formuladas contra el embajador de España en Líbano, Pedro Manuel de Arístegui, tras la condena en Madrid a 23 años de cárcel de dos jóvenes libaneses de confesión shií que el pasado mes de septiembre dispararon contra un funcionario libio, que resultó ligeramente herido en el atentado.

Llamado a consultas a finales de junio para examinar "las condiciones de seguridad de la representación diplomática" española, Arístegui podría no regresar a Líbano, quedándose al frente de la cancillería el actual encargado de negocios, Juan Manuel Molina, y un nuevo deterioro de la situación en la capital libanesa podría incluso provocar un cierre provisional de la embajada, según las mismas fuentes.

El pasado mes de junio, tres países occidentales -Dinamarca, Noruega y Canadá- decidieron clausurar sus misiones diplomáticas en la capital libanesa.