Jerónimo Saavedra, elegido por tercera vez consecutiva presidente del Ejecutivo canario

Jerónimo Saavedra, del PSOE, fue elegido ayer en el Parlamento Regional, reunido en Tenerife, por tercera vez consecutiva, en un intervalo de cerca de tres años, Presidente del Gobierno Autónomo de Canarias, con los votos de su partido (27) y de las tres fuerzas que le apoyan en un pacto de progreso, Asamblea Majorera (tres), PCE (uno) y Partido de la Revolución Canaria (uno). El discurso de investidura recibió 24 votos en contra y dos abstenciones. Saavedra ha salido fortalecido de una crisis política que se ha prolongado en las islas durante las tres últimas semanas, a raíz de su dimisión como protesta por el rechazo de la Cámara a la fórmula de integración del archipiélago en la CEE. Su nuevo gabinete no será de coalición aunque integrará a independientes.Saavedra definió su programa de gobierno, expuesto ante el Parlamento el pasado lunes, como "una política de progreso y modernización para Canarias".

Anunció proyectos como la implantación de un servicio aéreo regional, creación del polémico aeropuerto de La Gomera (la única isla del archipiélago que no posee este tipo de instalación) y plan energético de Canarias.

Saavedra lanzó una invitación al diálogo y pidió a la oposición que renuncie a una política de acoso.

Francisco Marcos y César LLorens, del Grupo Popular, negaron validez al programma de gobierno. Fernando Fernández, del CDF, dijo al candidato que ésta es su última oportunidad y le deseó que "no fracase". El portavoz de INC, Oswaldo Brito, el único diputado de izquierda que no entró en el pacto, indicó a los socialistas que "han buscado el voto más barato". Gregorio Toledo, de CCR, denunció la falta de trasparencia sobre la solución dada a la crisis. Los representantes insularistas de AGI y AHI justificaron su abstención en la creencia de que el PSOE es la única fuerza con capacidad para gobernar Canarias. Augusto Brito, del PSOE, señalo que algunos proyectos del candidato "programan la Canarias del año 2000"

El pacto de progreso firmado el mismo día del discurso de investidura no puede ser calificado como un reto difícil para el PSOE ya que recoge muchos de sus postulados. Es un programa de voluntades que evita entrar en precisiones.