Carlos Gardel
sigue siendo objeto de una ascendente mitificación que, como ya ocurrió con Grace de Mónaco, va más allá de la eternidad. Un periodista puertorriqueño, Luis Cruz Iglesias, se ha inventado una nueva gracia para el cantante de tangos: su supuesta santidad. El periodista piensa impulsar un proceso para lograr "algún día" la canonización de Gardel, para lo que ha prometido entregar miles de firmas de puertorriqueños al arzobispo de Buenos Aires, Juan Carlos Aramburu. Parece poco probable que la jerarquía católica tome en serio la subida de Gardel a los altares. Pero algo aparentemente más difícil está a punto de suceder: Juan Pablo II beatificará en breve, por "sus virtudes heroicas", a Miguel Mañara Vincentelo de Luca y Colonna, el inspirador del mítico Don Juan de la tradición italiana.
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