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Europesimismo comunitario respecto a España y Portugal

La expansión de la Comunidad Europea con la inclusión de España y Portugal llega en un momento de profunda duda e incomodidad entre muchos europeos hacia la propia Comunidad. Este sentimiento queda resumido en el término europesimismo, que refleja cómo Europa se está quedando muy atrás en la competición con Estados Unidos y Japón.Tras este pesimismo subyace la creencia reciente, que surge de las profundas divisiones creadas en el seno de la Comunidad en la última década, de que la organización no es el vehículo para el renacimiento de Europa soñado por sus fundadores. Los que sustentan este punto de vista creen que la Comunidad ha fomentado un modesto grado de cooperación económica, pero que no es capaz de propiciar la creación de unos auténticos "Estados Unidos de Europa", un término antaño común que raramente se usa hoy en día.

Como consecuencia, mientras Portugal prepara la ratificación del tratado de entrada para la semana próxima -España lo hará del mismo modo a finales de año y se espera a los dos países para su conversión en los miembros undécimo y duodécimo a partir del 1 de enero-, dos sentimientos parecen enfrentarse entre sí.

El primero lo constituye la esperanza de que la inclusión de las dos nuevas democracias, ambas procedentes de dictaduras aisladas del resto de Europa, transmitirá energía, abrirá nuevas expectativas y proporcionará una mayor reputación al conjunto europeo en la política mundial.

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Pero hay también miedo a que la entrada de dos países de características diferentes a otros miembros agrave el problema comunitario más persistente. Las disputas y divisiones han convertido a las grandes metas de unidad comunitaria en lo que el escritor italiano Luigi Barzini ha llamado "escuálido equívoco sobre dinero".

"Hay dos aspectos positivos y negativos en la entrada de España y Portugal", ha dicho Jean François Deniau, ex ministro francés de Asuntos Exteriores y autor de dos libros sobre la Comunidad. "Lo positivo es que España y Portugal pertenezcan a la historia europea. No puede haber Europa sin países que han aportado semejante contribución a su cultura e identidad". Pero la ampliación de la Comunidad crea también dificultades a la hora de tomar decisiones. Si esto era ya suficientemente complicado cuando había 6 miem bros, lo fue más con 10, y con 12 lo será más todavía. ( ...)

España y Portugal tienen una meta común en la Comunidad, a juicio de los expertos comunitarios: crear una red de contactos y alianzas que permitirá acercar a ambos países a la corriente occidental europea. La pertenencia a la Comunidad no implica sólo acuerdos económicos, sino participación en instituciones tales como el Tribunal Europeo de Justicia y el Parlamento Europeo. ( ... )

Algunos efectos concretos se han anticipado; uno de ellos afecta directamente a la Alianza Atlántica. Para España será más fácil permanecer en la Alianza como miembro, ahora que ha sido aceptada en el Mercado Común. El tema será sometido a referéndum el año próximo. Otro efecto del que se habla mucho pero que es menos cierto puede constituir la apertura a países árabes y latinoamericanos, con los que España mantiene especiales vínculos históricos y culturales.

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