El partido gubernamental mexicano y el principal grupo de oposicion se atribuyen la victoria en Nuevo León y Sonora

El gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el primer partido de oposición, el derechista Partido de Acción Nacional (PAN), mantienen abierta una guerra de cifras sobre los resultados de las elecciones para la Cámara de Diputados y siete Gobiernos de Estados. Las elecciones se celebraron el pasado domingo y los resultados oficiales se darán a conocer el próximo domingo, pero PRI y PAN se han atribuido ya simultáneamente victorias electorales en los puestos de gobernadores de Sonora y Nuevo León.El PRI insiste en su victoria en las 300 circunscripciones donde se eligieron diputados por mayoría relativa, mientras que el PAN se atribuye algunos de estos escaños de diputados y anuncia que impugnará las elecciones en todo el Estado de Sonora, por fraudes electorales.

En el distrito federal, que inclu ye la capital, 2.500 obreros han empezado a realizar la limpieza de la ciudad, y se calcula que en 10 días borrarán todos los vestigios de la propaganda electoral, carteles, pintadas y retratos. Las secuelas y el mal sabor de boca pueden durar más tiempo. A pesar de los intentos de los medios audiovisuales, dóciles al Gobierno, que han presentado las elecciones del domingo como un "ejemplo para el mundo de la gigantesca cadena privada de televisión Televisa", el comentarista Jacobo Zabludovski se refirió en la noche del lunes a los periodistas extranjeros que habían llegado a México ávidos de sangre y tuvieron que regresar a sus casas "con las alforjas vacías" por la tranquilidad con que transcurrió la jornada electoral.

La normalidad electoral de la jornada del pasado domingo en México fue relativa. El número uno de las listas del Partido Socialista Unificado de México (PSUM, comunista), Arnoldo Martínez, fue secuestrado y todavía permanece en poder del llamado Partido de los Pobres. El periódico La Jornada publicó ayer fotos del pasado domingo de los disturbios en la ciudad de San Luis de Río Colorado (Sonora). Las fotos mostraban el asalto a la comisaría de policía y coches en llamas.

Abstención elevada

Casi todos coinciden en afirmar que la abstención fue elevada. El portavoz del Episcopado mexicano habla de "abstencionismo importante", el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) de "abstencionismo del 60%", y el gubernamental Partido Revolucionario Institucional, PRI, en sus cálculos particulares reconoce que en la capital la abstención osciló entre un 30% y un 60%, según los distritos. El conflicto más serio puede producirse el próximo domingo en los Estados fronterizos del norte, Sonora y Nuevo León, donde los candidatos a gobernadores del PRI y del PAN se declararon vencedores.El candidato panista de Sonora, Adalberto Rosas, dijo que su contrincante, Félix Valdés (PRI), "no va a ser gobernador" y añadió que las elecciones del domingo "son las más sucias que he presenciado en mi vida". Valdés dice que triplicó los votos obtenidos por Rosas.

La enviada especial del diario Uno más uno a Sonora escribe que "grupos de choque recorrieron la ciudad de Obregón el día de las elecciones agrediendo a ciudadanos". La Prensa local acalló los hechos, y la periodista mexicana añade que los individuos circulaban en camionetas sin número de matrícula, que en la madrugada del lunes estaban estacionadas ante la sede del PRI. Las camionetas transportaban "alrededor de 40 individuos, vestidos con ropas comunes y que portaban garrotes. Algunos se encontraban en el interior del propio local del PRI".