El veraneo de los perros

Con la llegada del verano conviene tener en cuenta varios factores muy importantes con vistas a la salud del animal y la tranquilidad de la familia.Las garrapatas son la preocupación de muchos dueños durante los meses de calor. Casi no hay perro que salga al campo y no vuelva cargado con estos desagradables parásitos, a veces en gran número. No olvidemos que las garrapatas son transmisoras de enfermedades, algunas muy graves, como la leishmanlosis, transmisibles al ser humano, bastante resistentes a la acción de los insecticidas.

Si es una, o muy pocas, basta con aplicar encima una sola gota de aceite mineral o de acetona (quitaesmalte), que las asfixia, desprendiéndose solas. Si se tira de ellas, podría quedar clavada la cabeza en la piel, con riesgo de infección. Cuando son muchas, la aplicación de aerosoles o baños insecticidas, que encontraremos en cualquier pajarería, las eliminará rápidamente.

Otra preocupación importante: el calor. Los perros no producen sudor, sólo transpiran al jadear. Si fuese necesario poner un bozal procuraremos que sea holgado y le permita entreabrir la boca. Tanto si estamos en casa, como en un camping o en cualquier otro lugar, el perro debe disponer de agua fresca y abundante, y sombra donde guarecerse.

A los perros les gusta bañarse, y disfrutan como cualquiera de los baños de mar. Pero al salir de la playa conviene aclararles con agua corriente, no tanto por la sal, como por la arena.

Para los perros con mucho pelo que vivan en zonas cálidas, un buen corte de pelo les aliviará y les dejará más fresquitos, y además ayudará, en los que pasean por el campo, a que no se introduzcan espigas secas en los oídos o se claven entre los dedos.