Varios ministros destituidos juzgan positiva su labor

Varios ministros destituidos declararon ayer su satisfacción por la labor realizada, aunque la mayoría de ellos prefirió no hacer declaraciones. El hasta ayer ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, afirmó que su cese, del que fue informado el pasado martes por el presidente del Gobierno, Felipe González, lo recibió "con serenidad y con la convicción de que los cargos nunca son vitalicios". Sobre las razones de su salida, De la Quadra no quiso pronunciarse y se remitió a las declaraciones de Felipe González señalando su "disponibilidad total" hacia el presidente del Gobierno.

Sobre su actuación al frente del ministerio, afirmó que se iba con satisfacción de haber terminado cosas importantes en el plano autonómico, que "ha pasado de ser un hervidero a una situación de madurez y de tranquilización del tema", aunque reconoció que dejaba otros temas sin terminar, como el estatuto de autonomía de Ceuta y Melilla. De la Quadra tampoco quiso valorar la constitución del nuevo Gobierno, aunque afirmó: "Efectivamente, tengo mi propia opinión". A partir de ahora, el ex ministro de Administración Territorial se dedicará a su trabajo docente en la Universidad.Por su parte, el ex ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Julián Campo, se negó ayer a hacer declaraciones, a pesar de la insistencia de este periódico por obtenerlas. Lo mismo indicó Miguel Boyer, ex ministro de Hacienda.

Enrique Barón, una vez hecho público su salida del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, manifestó: "Me voy tranquilo. Creo que he cumpliddo con la obligación que me encomendó el presidente del primer Gobierno socialista". Barón, a no ser que se le encomiende algún cargo de carácter institucional, proyecta dedicarse nuevamente a la política y volcarse en las tareas parlamentarias, por las que siempre ha manifestado sentir una atracción vocacional. Inicialmente rechaza, en caso de que le sea ofrecido, irse a una empresa pública.

Una decisión 'cantada'

Enrique Barón, poco después de que el presidente del Gobierno, Felipe González, hiciera pública su salida del Gabinete, expresó su tranquilidad ante el cese y no ocultó que se trataba, en su caso, de una decisión cantada. Barón expresó su voluntad de colaborar con el nuevo titular del Transportes. "Mañana (por hoy)", dijo, "recibiré al compañero Abel Caballero, que me sustituye en el cargo, al que le transmitiré la situación en que queda el departamento". En su opinión, básicamente, "en sus líneas maestras, Transportes es un ministerio que ya está definido".Preguntado sobre su opinión política del relevo, Barón señaló que no se trataba de un cambio de Gobierno "porque venga otro partido". "Se trata sencillamente", precisó, "de que otro compañero, al que respeto y aprecio, viene a este ministerio para seguir trabajando en un área que, a mi juicio, es muy importante y, sobre todo, engloba tareas de futuro".

El nuevo ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz de Cosculluela, fue llamado a la Moncloa por el presidente del Gobierno Felipe González, a media mañana de ayer para comunicarle su nombramiento, que aceptó inmediatamente. "Yo al presidente del Gobierno no le puedo negar nada de lo que me pida", manifestó a este diario Sáenz de Cosculluela a primeras horas de la noche de ayer. Aseguró el ex presidente del Grupo Parlamentario Socialista que "desde ese momento" se proponía estudiar todo lo concerniente a ese ministerio extraordinariamente desconocido para él. "Le he dicho al presidente que sí, y me lanzo de cabeza a la tarea", afirmó visiblemente entusiasmado Sáenz de Cosculluela.

El próximo mes de septiembre, antes de iniciar el nuevo periodo de sesiones, la asamblea de parlamentarios socialistas se reunirá para nombrar a un nuevo presidente del grupo, cargo que recaerá casi con toda seguridad en el actual secretario general, Eduardo Martín Toval, según afirmó el propio Cosculluela. "Martín Toval ha hecho un extraordinario trabajo; tiene toda mi confianza", afirmó el desde ayer ministro del MOPU.

Continuidad en Industria

Por su parte, Joan Majó se enteró de su nombramiento como nuevo ministro de Industria y Energía ayer por la mañana. Sus primeras impresiones, una vez confirmado su nombramiento, sobre la labor a realizar en el departamento se apoyan en una doble vertiente: "Habrá una continuidad en la política del ministerio y se hará un claro enfoque hacia la reindustrialización, apoyándose fundamentalmente en las nuevas tecnologías".Desde esa perspectiva, el nuevo ministro de Industria, que en la tarde de ayer mantuvo una reunión de trabajo con Carlos Solchaga, cree que la Dirección General de Electrónica e Informática "experimentará un crecimiento en línea con lo que ya venía sucediendo en los últimos tiempos". Joan Majó tiene carné del partido socialista catalán.