La OPEP estudia mañana en Viena una nueva reducción del precio oficial del petróleo

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) inició ayer en Viena las reuniones previas de su conferencia ministerial ordinaria, durante la que, a partir de mañana, tendrá que afrontar la necesidad de reducir de nuevo el precio oficial de su crudo. El paulatino hundimiento de sus ventas, junto a la falta de disciplina de sus miembros en el cumplimiento de los acuerdos sobre cuotas de producción y precios, ha forzado al consorcio a tener que reconsiderar su fracasada estrategia defensiva contra un mercado mundial que prácticamente nada en petróleo.

La reunión semestral que tiene lugar en la capital austríaca se inicia bajo el serio temor de que Arabia Saudí, el mayor productor del consorcio y cuyo sacrificio como regulador del mercado le ha llevado a reducir sus ventas de una cuota de cinco millones a menos de dos millones de barriles en el mes de junio, rompa filas. El rey Fahd de Arabia Saudí ha enviado a los jefes de Estado de los 13 países miembros una comunicación formal en la que les advierte sobre la necesidad de respetar los compromisos formales decididos por el consorcio o afrontar sus propias consecuencias.En su comunicación, el rey saudí sugiere abiertamente que Arabia Saudí abandonará su papel como swinger (regulador) de la producción total de la OPEP si continúa el desbarajuste actual en cuanto al cumplimiento de los acuerdos, tanto en lo que hace referencia a las cuotas de producción como al precio oficial.

El principal problema actual de la OPEP es, con todo, la diferencia entre su precio oficial y el que el mercado estima como real. Desde su última reunión, la tarifa oficial del crudo OPEP (tipo arábico ligero) es de 28 dólares. Por su parte, el techo máximo fijado para la producción conjunta de la OPEP es de 16 millones diarios de barriles.

Descenso de las ventas

En los últimos meses, con excepción de Arabia Saudí y Kuwait, ningún país ha cumplido estos dos compromisos y, siempre que el mercado lo ha permitido, ha sobrepasado la respectiva cuota particular al tiempo que ofrecía descuentos en sus ventas, bien por la vía directa o por medio del trueque.Según la prestigiosa publicación Middle East Economic Survey (MEES), un 80% de la producción actual de la OPEP (14,5 millones diarios de barriles de media en el mes de mayo) se realiza ya a precios libres, es decir, no oficiales. En algunos casos, la diferencia entre los precios oficiales y los que se encuentran en el mercado libre llega a ser de cuatro dólares. Esta situación ha forzado a los países consumidores a denunciar los contratos oficiales y a garantizar sus suministros por vías distintas al comercio directo.

Al mismo tiempo, y pese a los descuentos que ofrece la mayoría de sus miembros, la OPEP ha reducido notablemente la cuota que tenía en el mercado mundial de crudo, cuota que apenas llega ahora a ser un tercio del total (frente al 66% de 1979). La aparición de nuevos productores, como Colombia y Yemen del Norte, aparte de los ya clásicos, como el Reino Unido, México o Noruega, amenaza con convertir a la OPEP en un suministrador incapaz de fijar precios como antaño.

La incógnita que plantea el encuentro de Viena es si el consorcio decide reiterar su estrategia defensiva o abraza la política con la que ha amenazado Arabia Saudí. Es decir, libertad total de ventas y que el precio del crudo se guíe por la única ley válida, el mercado. El problema será saber entonces cuál es el precio real del crudo, si el que la OPEP pretende o el que algunos expertos anticipan: menos de 20 dólares por barril.