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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Las agresiones de Jimmy

Contesto a las manifestaciones hechas por don Joaquín Giménez-Arnau el día 19 del corriente, simplemente para hacer una serie de aclaraciones:

1. Tiene razón Joaquín Giménez-Arnau al decir que no conoce a nadie llamado Pablo Gascones, pues mi nombre es Jorge Bascones Gleave.

2. En el momento de recibir su agresión no era un desconocido para él, o un incontrolado como me llama, sino que, por el contrario, nos unía una amistad de varios años, que se había enfriado en los últimos tiempos por nuestras desavenencias en aquella agradable aventura que se llamó Onda Blumini, relacionada con la televisión privada.

3. Que después de su desmesurado ataque, por cierto no con espada sino con vil garrote, no fui entregado a la Guardia Civil. Si bien recuerda el señor Giménez-Arnau, quedé tendido en el jardín de su casa, con una pierna rota, intentando recuperarme de su ensañado apaleamiento. Me arrastré hasta su casa en demanda de auxilio, y como contestación llamó a la Guardia Civil, que gentilmente me recogió y acompañó al puesto de socorro más cercano.

4. El mastín del señor Giménez-Arnau (no sabía que en aquel momento tuviera dos) es un precioso perro llamado Rino, que conozco desde que era un cachorro, y que conmigo nunca ha manifestado su legendaria fiereza (el mismo señor Giménez-Arnau me había contado en una ocasión que perros como el suyo cuando el dueño les presenta un amigo nunca se les ocurre atacarle), y menos el día en que me ocurrieron los hechos.

5. Astutamente, dos días más tarde del suceso, el señor Giménez-Arnau, al informar de los hechos a la Guardia Civil, para cubrirse las espaldas, me denunció por allanamiento de morada y lesiones.

Fuimos procesados los dos. Sin embargo, mi abogado, don Miguel Hill Ferrer, apeló ante la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca. La sala estimó dejar sin efecto mi procesamiento. El señor Joaquín Giménez-Arnau Puente, por el contrario, sigue procesado (supongo que porque existen suficientes indicios racionales de criminalidad) por un delito tipificado en el artículo 420-3 del Código Penal.

Y para finalizar las aclaraciones, digo que el señor Giménez-Arnau puede afirmar tranquilamente el hecho de que va dando palizas por el mundo, especialmente a los que, como yo (me pregunto por qué, después de conocer a gente como él), pensamos que la amistad es uno de los valores más nobles y queridos del ser humano.

Sin más, espero que la última vez que lo vea sea en la vista oral.-

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