El reajuste del Gobierno no afectará a los principales ministros

Las próximas horas serán decisivas en la solución "ya prácticamente definida" según una fuente de la Moncloa, de la remoción que el presidente Felipe González llevará a cabo en su Gabinete, y que no afectará a ninguno de los ministros claves. González ha mantenido ya diversas consultas con vistas a este reajuste, que se producirá, a más tardar, a comienzos de la semana próxima, de acuerdo con la opinión más generalizada.

La expectación en diversos ministerios era grande en la tarde de ayer, dado que hoy se celebra un Consejo de Ministros de carácter deliberante y sin ningún tema espinoso pendiente. Siguiendo su costumbre, puesta ya de manifiesto en diciembre con la elaboración de la comisión ejecutiva del PSOE, Felipe González ha evacuado consultas con muy pocas personas, y todavía anoche varios ministros consultados por EL PAÍS mostraban un casi total desconocimiento sobre el rumbo que pueda tomar la remoción.González, que ayer mantuvo su habitual despacho semanal con el Rey, ha confirmado su decisión de efectuar "entre tres y cinco" cambios en el Gabinete antes de mediados de julio. Más importante aún será el ajuste que se produzca, posteriormente, en los segundos escalones de varios ministerios cuyos titulares previsiblemente permanecerán en su puestos: Economía y Hacienda, Interior y Exteriores, aunque en este último no exista una total certeza al respecto.

En medios socialistas se considera la probabilidad de que el ministro de Economía, Miguel Boyer, cuya influencia saldrá indudablemente reforzada del reajuste, sitúe a alguno de sus hombres de confianza en carteras ministeriales. Se cita, como ejemplo, el nombre del secretario de Estado de Economía y Planificación, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En todo caso, se confirme o no esta hipótesis, parece "muy verosímil" que, a no muy largo plazo, sea sustituido el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, a quien se considera "en no muy buena sintonía actualmente" con Boyer.

Carácter funcional

La potenciación de Boyer, que en alguna ocasión manifestó al presidente su deseo personal de abandonar el Gabinete, es acaso la única nota política destacada de una remoción que, en principio, tiene un carácter más funcional que otra cosa y cuyas únicas incógnitas de alcance consisten en averiguar si seguirá en su puesto el titular de Industria, Carlos Solchaga.Este último se encuentra actualmente de viaje oficial en Japón, de donde regresará el próximo día 30; un día antes habrá finalizado la reunión del comité confederal de UGT, que estudiará la oferta de negociación emanada el pasado fin de semana del Comité Federal del PSOE. Entre los temas ocultos de posible negociación entre Gobierno y UGT se encuentra el relativo a algunos nombres de la lista ministerial. Éste es, probablemente, el único fleco que resta para el desenlace de la minicrisis que proyecta González. Cuando, hace un año, surgió por primera vez la posibilidad de un cambio en el equipo de Felipe González, el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, entonces ya en pleno enfrentamiento con los titulares de Industria y Trabajo, sugirió la conveniencia de una presencia "más social" en el Gabinete.

Tal vez por ello, en medios socialistas se comenta la hipótesis de que el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, pueda pasar a otra cartera, cuando prácticamente ha agotado ya su producción legislativa; algo semejante puede ocurrir con Carlos Romero, titular de Agricultura, visto que la entrada en la CEE reclama una nueva etapa en el capítulo agrícola, del que, entre otros nombres, tal vez se ocupe Manuel Marín, actual secretario de Estado para las Relaciones con la CEE y cuyas funciones negociadoras concluyeron con la adhesión formal.

Los dos candidatos al cese más citados son los titulares de Obras Públicas y de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Julián Campo y Enrique Barón, respectivamente, cuyas funciones quizás sean desempeñadas por cualquiera de los antes citados. También se especula con la posibilidad de que Javier Solana conserve su actual rango de ministro para pasar a ser portavoz del Gobierno. Asimismo, se considera probable que los cambios afecten a Tomás de la Quadra, ministro de Administración Territorial, aunque en conversaciones privadas el presidente González ha hecho elogios de su labor, si bien las minorías nacionalistas la critican fuertemente.

Por lo demás, se juzga improbable la entrada en el nuevo equipo ministerial de miembros de la ejecutiva del PSOE, excepto tal vez Enrique Múgica.