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Reportaje:

Angela Davis

Sigue combatiendo por los mismos objetivos que la llevaron a la cárcel en los años setenta por apoyar a los Panteras Negras

Angela Davis, que está en Barcelona para participar de la Festa d'Avant, del prosoviético Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC), no ha cambiado demasiado políticamente respecto de la que en los años setenta pasó varios años en la cárcel por apoyar a los Panteras Negras. Sigue defendiendo de manera vehemente a sus "hermanos" de la comunidad negra, ahora desde su militancia en el partido comunista norteamericano, que la ha presentado por dos veces como candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos.

Angela Davis, a sus 41 años, profesora de Estudios sobre la Mujer en la universidad de San Francisco (California), sí ha cambiado algo la imagen que de ella se tenía, incluso en su peinado, más cercano ahora al estilo reggae que al rizado afro de los años setenta "Pero sigo participando activamente en las mismas luchas que hace casi 15 años", afirma Angela Davis, "desde la presidencia de la Alianza Nacional contra la Represión Racista y Política, una organización que se fundó precisamente para exigir mi libertad en 1971".Para Angela Davis es inseparable la lucha en su triple condición de mujer, negra y de convicciones comunistas: "No puedo separar estos tres aspectos ya que en mi país el presidente Reagan se basa precisamente en el machismo, el racismo y el anticomunismo en su política agresiva contra el pueblo norteamericano". Para ella la reelección del presidente republicano significa "seguir en la política de destrucción de empleo, especialmente para los jóvenes negros, de los que uno de cada dos se encuentra sin trabajo en el país que cuenta con un ciclópeo presupuesto de defensa. Ser de color sigue estando penalizado en mi país: 700 negros esperan que se cumpla su sentencia de muerte, y otras muchas personas son arrestadas y encarceladas. Además, un estudio acaba de demostrar que un joven negro universitario cobra lo mismo que un blanco que no ha acabado aún el bachillerato".

Cuando se le pregunta por las últimas elecciones presidenciales en EE UU se muestra muy crítica con el demócrata Gary Hart -"partidario de una política antiobrera", afirma Angela-, y favorable, por el contrario, a Jesse Jackson, "el candidato más progresista", dice, "a excepción, claro está, de los comunistas". "Jackson", añade Angela Davis "sí que quería reducir los presupuestos militares y la presencia imperial de EE UU, y trabajar por el pleno empleo y por la igualdad de derechos para todas las minorías".

Davis, que llegó a España el día en que estaba convocada una huelga general, tiene de nuestro país una imagen aún vinculada a los voluntarios norteamericanos de la Brigada Lincoln, que intervinieron en la guerra civil española. Angela, que no vio a Santiago Carrillo ni habló con él cuando fue a dar una conferencia a la universidad de Yale, afirma estar bien enterada de las divisiones en el PCE, pero reserva su posición y la de su partido "a las conversaciones que mantendremos con nuestros camaradas españoles".

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