Berri acepta que el caso de los shiíes presos en España se desvincule del secuestro de Beirut

El Gobierno español ha conseguido que los secuestradores del avión de la TWA abandonen su exigencia de que sean excarcelados los dos shííes presos en Alcalá-Meco como condición necesaria para poner en libertad a los rehenes que aún mantienen en su poder. Ayer se supo, además, que los shiíes más radicales separaron del grupo general de rehenes estadounidenses a cuatro a quienes les fueron ocupadas tarjetas de identidad pertenecientes al Ejército norteamericano. La desvinculación del caso de los encarcelados en Alcalá-Meco del proceso general de negociación tiene su base en una sugerencia española de que pudiera llegarse a firmar un acuerdo consular hispano-libanés para que, una vez juzgados, Mohamed Rahal y Mustafá Jalil, los dos milicianos shííes cuya libertad se reclama desde Beirut, pudieran cumplir en Líbano la condena que les fuera impuesta por la Audiencia Nacional en Madrid.La negativa española a ceder a las exigencias planteadas desde el pasado domingo por los secuestradores del avión de la TWA ha sido comprendida por Nabih Berri, el líder de la milicia shií Amal, grupo que tiene en su poder a la mayoría de los rehenes. El pasado lunes, Berri reconoció ante algunos de sus colaboradores que "la petición dirigida a España es contraria al Derecho internacional".

Para Berri, en cambio, la retención de los norteamericanos es la exacta réplica jurídica al encarcelamiento en Israel de los 766 shiíes cuya libertad se exige. Washington sigue sin avanzar en el proceso negociador, y ahora ha trascendido que cuatro de los rehenes, portadores de tarjetas de identificación militar, se hallan en manos de los shiíes más radicales, que asesinaron en su segunda escala en Beirut a un marine.

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