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Las principales formaciones que participarán en las elecciones gallegas atraviesan momentos de crisis

La mayor parte de las formaciones políticas que concurrirán a las próximas elecciones autonómicas gallegas atraviesan momentos de crisis interna, que pueden repercutir a nivel estatal, dada la trascendencia y el significado que se atribuye a los comicios de Galicia. La negociación para cerrar un pacto electoral en la Coalición Popular está provocando numerosas tensiones entre Alianza Popular y el Partido Demócrata Popular (PDP).

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La designación de Fernando González Laxe como candidato socialista ha reabierto asimismo viejas heridas entre el norte y el sur en el Partido Socialista de Galicia-PSOE.Los dirigentes del PDP, que preside Óscar Alzaga, han amenazado claramente a AP con romper la negociación para que ambos partidos concurran juntos a las elecciones gallegas, previstas para finales de año. El próximo 5 de julio probablemente volverá a reunirse el comité de coordinación de la Coalición Popular. Los democristianos piden una cuota de poder del 30% -con lo que ello significa de presencia en las listas electorales-, así como una vicepresidencia en la Xunta para el presidente de la Diputación de La Coruña y líder del PDP gallego, Enrique Marfany, al margen de algunas otras cuestiones relacionadas con el programa electoral.

Privadamente, los democristianos acusan a AP de "boicotear" la posibilidad de que algunos dirigentes de Coalición Gallega (CG), el partido promovido por Eulogio Gómez Franqueira, pasen al PDP. Marfany, al basarse en lo que parece una lucha interna por el poder en el seno de Coalición Gallega alienta la esperanza de que algunos notables de CG, como el presidente de la Diputación de Orense, Victorino Núñez, acaben. por aliarse con el PDP. Ello haría que los democristianos adquiriesen una fuerza inusitada en la provincia de Orense, donde Victorino Núñez cuenta con gran influencia, y esto es algo que, según afirman los hombres de Alzaga, "no parece interesar demasiado a Gerardo Fernández Albor y a los aliancistas gallegos".

Escepticismo ante la presión

Pero en AP no parecen tomar excesivamente en serio las amenazas de sus socios democristianos: "Filtran cosas a la Prensa para tener más fuerza a la hora de la negociación. Pero no es serio pensar que van a romper, ni en Galicia ni en ninguna parte", comentó ayer un importante dirigente aliancista. AP ofreció a los democristianos un 25% de los puestos en las listas electorales gallegas, e incluso se llegó a transmitir a la Prensa que el acuerdo estaba ya "prácticamente hecho", aunque la elevada cuota del 25% para el PDP provocaba irritación entre los militantes de Alianza.Tanto aliancistas como democristianos admiten, no obstante, que en Galicia se juega la estabilidad futura de la Coalición Popular, y también la posibilidad de que ésta llegue a un acuerdo estatal con el Partido Reformista, inspirado por Miquel Roca.

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Los reformistas pusieron grandes esperanzas en las oportunidades electorales de sus socios de Coalición Gallega, pensando en que un buen resultado en las elecciones autonómicas significaría un importante tirón para el conjunto de la, operación reformista en todo el Estado. Pero la enfermedad de Gómez Franqueira, primero, y la deserción del candidato a la Xunta Víctor Moro, después, abrieron importantes brechas en la Coalición Gallega, que mantiene la búsqueda de un candidato para encabezar sus listas.

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