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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Procesamiento y paliza

En EL PAIS de fecha 16 de junio de 1985, en la sección Gente, de mí se dicen tales inexactitudes que no me queda sino pensar que se trata de un artículo de humor. Entre otras cosas, se me acusa de haberle propinado una soberana paliza a alguien a quien ni siquiera conozco, el señor Pablo Gascones. Mi amor por Dumas y mi admiración por el mosquetero Dartagnan, en todo caso, habrían impedido que mi adrenalina se descargara cotra un gascón.Quizá la mala documentación de la noticia se refiera a un lejano hecho que paso a relatarle para que los partidarios del morbo no disfruten a mi costa. Reconozco que existe un procesamiento contra mí por repeler el ataque de un incontrolado que intentó asaltarme a las cuatro de la madrugada, cuando mi compañera y yo dormíamos plácidamente en nuestra casa. Por este hecho, el individuo en cuestión (que no tiene nada que ver con el excelente espadachín), entregado por mí la madrugada de autos a la Guardia Civil y denunciado esa misma mañana ante el mismo cuerpo, también salió con un procesamiento por allanamiento de morada. Además, en la clínica no permaneció un mes, sino las horas necesarias para que, pocos días después, fuese visto escayolado en una pierna. Lo que su periódico también ha omitido es que, de no haber sacado de manera expedita al intruso de mi casa, en la que penetró en medio de la noche, hubiera sido destrozado por mis perros: un mastín de 86 kilos y su hembra. La Guardia Civil testificó, en el instante de retirar al lesionado, como consta en el sumario, la patente ferocidad que mostraban mis guardianes y leales amigos hasta la muerte. Quienes tienen o han tenido mastines saben de lo que son capaces en la defensa de su territorio y de sus amos y, más aún, si a estos animales se les permite, como yo hago, dormir junto a mi cama.

En defintiva, aparte de verme allanado y atacado, tuve que enfrentarme a la nobleza de mis perros para evitarle al intruso mayores daños. Eso ocurrió en el último trimestre de 1983 y en la actualidad el caso está en manos del juez y ya dictará su señoría lo que proceda en consecuencia. Le ruego ajuste su información por respeto a los ciudadanos que leen su periódico y que ahora puede que estén pensando que yo voy por el mundo propinando palizas soberanas.-

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