Evolución favorable de los policías heridos tras la explosión del coche bomba

Los siete policías nacionales heridos el miércoles cuando Intentaban desactivar un coche bomba que contenía unos 10-kilos de Goma 2 evolucionaban favorablemente en la tarde de ayer, según fuentes de los centros hospitalarios donde se encuentran internados. Cinco de los policías fueron dados de alta en la misma noche del jueves. El artificiero Esteban del Amo García, que resultó muerto tras la explosión, fue enterrado ayer en el cementerio madrileño de Carabanchel.Gerardo Fuentes Bárdenas, el policía nacional que sufrió las heridas de mayor Importancia -especialmente en un brazo-, experimentaba asimismo una evolución favorable, aunque su estado seguía siendo grave. Gerardo Fuentes se encontraba internado en la unidad de quemados de la residencia sanitaria La Paz, donde fue visitado ayer por el ministro del Interior, José Barrionuevo, según informa Efe. El ministro sólo pudo verle a través de unos cristales y conversó con él por un telefonillo durante unos 10 minutos.

En cuanto al estado de los otros dos policías internados, Cipriano Recuero y Gregrorio Matos, el parte médico facilitado por el Hospital Provincial ayer por la inafiana indica que la evolución es favorable, y que está previsto darles el alta médica en las próximas horas.

Por otra parte, en la operación de desalojo de los almacenes de El Corte Inglés -el coche bomba fue abandonado en un aparcamiento sito en los bajos del edificio- participaron unos 300 empleados de los aproximadamente 750 que en esos momentos se encontraban trabajando, según informó ayer el subdirector del centro, Francisco Martín Cabrera. Estos 300 empleados formaban parte el miércoles del dispositivo de seguridad que se puso en marcha ante la frase clave comunicada por los altavoces, de "atención, equipo A, todo el mundo a sus puestos". El desalojo de las 8.000 personas que se encontraban en el edificio se realizó sin precipitaciones.

"Es la primera vez en nuestra historia que nos hemos visto obligados a desalojar", afirmó ayer Martín Cabrera, y "aunque nunca es agradable, estamos plenamente satisfechos de cómo ha funcionado todo".