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Atentados terroristas en un día histórico para España

Declaración de Delors, presidente de la Comisión

"La adhesión de España a la Comunidad Europea es uno de esos extraordinarios acontecimientos a los cuales es posible subrayar a priori su dimensión y su alcance histórico. Soy consciente del honor que me ha sido dado de participar en esta ceremonia solemne que pone fin a rigurosos trabajos y abre un período de esperanza.Es reconfortante para nosotros -a veces sumergidos en las vicisitudes de lo cotidiano- el saber que esta voluntad de adhesión surge de todas las fuerzas de España, de ver el Gobierno de un gran pueblo mirar hacia el porvenir y rehusar pararse ante los obstáculos circunstanciales.

Aunque sé muy bien que esta adhesión, finalmente, será beneficiosa para España -no me cabe la menor duda al respecto-, de forma inmediata puede hacer menos fácil el esfuerzo que ustedes han acometido para adaptar su economía a la nueva situación mundial.

El resultado al que después de años de negociaciones hemos llegado me parece justo y equilibrado y querría saludar el trabajo llevado a cabo por vuestra delegación. Rendir homenaje al señor Morán y al señor Marín y sus colaboradores por su lucidez y comprensión.

Querría también felicitar por su trabajo y su entrega a los funcionarios de las instituciones europeas, con una mencion especial, ustedes podrán comprenderlo, para todos los de la Comisión.

España se une por fin a nosotros. Puedo decirlo muy sencillamente: os necesitábamos. La construcción, la esperanza europea hubieran quedado como algo parcial, inacabado, sin vuestra adhesión, sin vuestra participación.

Cómo no sentirse más fuerte, más ambiciosó, con una España que ha alcanzado ya el rango de potencia industrial a nivel mundial, una España que ha sabido reconquistar la libertad y la democracia, una España que quiere conservar sus valores esenciales estando al mismo tiempo firmemente asentada dentro de la modernidad.

Ustedes no entran meramente en un club económico, su adhesión no significa sólo que una potencia se une a otras potencias, no, la realización del Mercado Común forma un todo inseparable con el proyecto europeo, esta empresa de paz y de armonía, con esta voluntad de consolidar nuestra civilización y de influir todos juntos en el porvenir del mundo.

A partir del próximo Consejo, que se celebrará en Milán a fines de este mes, vuestro primer ministro participará en una reunión en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la presente Comunidad debatirán sobre la Unión Europea, sobre el por qué, el hasta dónde, el cómo de Europa. Es algo vital que en estos momentos en los que Europa tiene una cita con ella misma se afirme una voluntad que potencie sus fuerzas en un patrimonio común de humanismo y de concepción de la sociedad. Sin olvidar, por consecuencia, nada de su pasado, pero volcada hacia el porvenir. Y es en este punto donde deben reunirse las diversas aspiraciones a la universalidad que han manifestado a lo largo de su historia y a su manera propia los diferentes países de Europa. Desde este punto de vista, que es esencial, la voz de España nos es también indispensable.

Hemos pagado muy caro nuestras divisiones, nuestras guerras. Nuestra unión será fuente de paz y permitirá volver a encontrar los caminos de la prosperidad. Sin embargo, no nos engañemos, no olvidemos las dificultades: la crisis está ahí y Europa parece, a veces, dudar de sí misma en el momento mismo en el que por otra parte las llamadas a su conciencia, a su cooperación, se multiplican en el mundo; y cuando digo esto estoy pensando especialmente en esas jóvenes naciones de América Latina con las cuales vosotros mantenéis lazos privilegiados y con las que nosotros tenernos desde ahora nuevas responsabilidades.

'Europa: con esta palabra comienzan y terminan todos los dolores de España'. Esto, que el gran filósofo Ortega y Gasset, precursor de la idea europea, escribía sobre su país a principios de siglo, tiene valor actual para cada uno de nosotros. El proyecto europeo está ahí, en la necesidad de dar la espalda a nuestras divisiones y de unir nuestras fuerzas, en la voluntad de dominar un destino inevitablemente común.

Esta ceremonia solemne significa que hemos franqueado una etapa decisiva hacia nuestros objetivos superiores. La Comunidad Europea ha encontrado una nueva frontera y nuevas ambiciones. España encuentra amigos felices y orgullosos de ver a una gran nación y a un gran pueblo participar en esta obra que desde estos momentos será común. Expresemos el deseo de que los hijos de España, de esta patria fuerte y 'bella como un sueño de piedra y de sol', puedan aún más reafirmar nuestras convicciones, que pueda la luz de España iluminar nuestro camino".

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