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ANDALUCÍA

Grave situación de hacinamiento y conflictividad en la cárcel de Málaga

La muerte de un joven recluso de 22 años el pasado martes, a consecuencia de un extraño incendio en la celda que compartía con otro interno, es el más reciente y grave de los hechos ocurridos en la cárcel de Málaga en los últimos meses. En pleno casco urbano, el edificio, concebido como penal desde el año 1933, alberga en la actualidad a 450 reclusos más de los que permite su capacidad, cifrada en un máximo de 250 personas.

Las autolesiones, las peleas con armas blancas y. las agresiones a funcionarios se suceden con frecuencia. La solución, según el director, José María Jiménez Navas, sólo puede llegar con el nuevo centro, cuyas obras aún no han comenzado, en contra del anuncio del ministro de Justicia, Fernando Ledesma.José Antonio Navarrete Fernández, casado, padre de una niña de tres meses, llevaba 60 días en la cárcel por un delito de robo frustrado. El lunes 27 de mayo, cuando le faltaban sólo dos semanas para recuperar la libertad, se produjo un incendio en la celda que compartía con otro interno y una semana después murió en el hospital Carlos Haya a consecuencia de las quemaduras, que le afectaban al 90% del cuerpo. Las causas del incendio no se han aclarado, pero tanto los familiares como funcionarios de la prisión están convencidos de que fue provocado. La noticia ha trascendido a la opinión pública 10 días después de producirse, a través de una llamada anónima a varios medios de comunicación locales, confirmada escuetamente después por el director.

La muerte de este joven vuelve a poner de manifiesto la grave situación de la prisión provincial malagueña, calificada de caótica y dramática por la mayoría de los funcionarios. La masificación es la principal causa de la conflictividad existente, además del enclave del centro, en pleno casco urbano, rodeado de edificios y muy próximo a un colegio.

Lanzamientos de droga

El problema de la superpoblación se agrava con la entrada masiva de droga, que es introducida en su mayor parte lanzándola desde el exterior de los muros. Cuando el paquete cae al patio, los internos ya saben quién es el destinatario. La mayoría de los funcionarios coincide en que la drogadicción es una fuente de agresividad y violencia. "La Guardia Civil poco puede hacer para evitar estos lanzamientos", ha manifestado un portavoz del citado sindicato, "por lo que hemos pedido que se cubra el patio con una tela metálica, medida que se ha adoptado en otras prisiones con resultados positivos".El hacinamiento hace imposible cumplir el reglamento de instituciones penitenciarias en cuanto a separación de internos: se mezclan los primarios, los reincidentes, los preventivos, penados, etcétera. Los robos, las agresiones y los ajustes de cuentas son habituales, aunque no siempre trascienden a la opinión pública. En los dos últimos meses al menos media docena de reclusos ha tenido que ser ingresada en centros hospitalarios por diversas heridas.

Desde hace años, siempre que se habla de los problemas de la prisión de Málaga las respuestas de las autoridades penitenciarias se refieren a la construcción del nuevo centro. El ministro de Justicia anunció en octubre el inicio de las obras para enero. Sin embargo, ni siquiera se ha producido el acto de colocar la primera piedra.

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