Aclaraciones sobre Egipto
Quiero mostrar mi más sincero agradecimiento a su periódico y al autor del artículo publicado en el número 2.920 de este diario, con fecha del 31 de marzo de 1985, bajo el título Egipto y la ley de Dios. Apreciamos y reconocemos el trato que recibe la vida y las noticias sobre Egipto en su periódico como muestra de la gran cooperación y amistad entre estos dos grandes países, España y Egipto. Quisiéramos, en esta carta, aportar unas simples matizaciones.Desde hace 14 siglos de historia, musulmanes y cristianos viven en Egipto en un marco de convivencia, todos bajo la denominación de ciudadanos. Jamás oímos ni vimos lo que se ha venido a llamar discriminación. Todos vamos juntos a los colegios. Desde las primeras etapas de enseñanza hasta la Universidad, sindiferenciación ni segregación en ninguna de las bases de educación en sus diferentes etapas y especialidades hasta la graduación universitaria. Cristianos y musulmanes terminan sus estudios y salen en busca de un trabajo. Viene al caso aquí lo que llaman ustedes "la emigración de los cristianos". ¿Habría sido mejor que el Estado no permitiese la emigración de nadie después de haberle proporcionado, gratis, todos los cuidados y'todo tipo de educación hasta terminar la carrera universitaria? ¿Acaso estos ciudadanos y esta educación no son una carga más sobre las arcas del Estado? Pero, bajo la democracia, el Estado permite a todos sus ciudadanos -a todos- aprovechar todos los medios en aras de mejorar sus condiciones de vida; uno de ellos es salir a trabajar fuera del país. He aquí que algunos optan por obtener la nacionalidad del país en donde trabaja.
Las recientes legislaciones, que entraron en vigor este mismo año, permiten a todos los egipcios -como medida de mejora de sus condiciones- seguir trabajando fuera sin establecer un tiempo tope de su estancia en el extranjero. Egipto pasó a ser -en base de estas medidas- una fuerte exportadora de experiencias para todos los países árabes y occidentales. Se puede observar también que los salarios de todos los egipcios que trabajan en el extranjero son una fuente principal de los ingresos del Estado. Sale un hijo o los hijos al extranjero, pero las raíces de la familia se quedan en la madre Egipto. Y porque Egipto pasa en estos momentos un salto hacia la democracia aplaudido por todo el mundo, algunas voces de una minoría -aprovechando el clima democrático- se alzaron pidiendo la modificación de algunas leyes como aplicación de la ley islámica. Estas peticiones tendrían que ser canalizadas por las instituciones constitucionales del Estado conocidas en todos los países del mundo democrático, antes de ser aceptadas o rechazadas.-
Consejero de información de la Embajada de la República Árabe de Egipto.
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