Una ley compleja y discutida
La nueva ley electoral es muy compleja, y los análisis sobre su funcionamiento no siempre son coincidentes. Los estrategas de Nueva Democracia estiman que, en algunas circunstancias, una ventaja mínima, incluso del 0,3% en votos populares, puede bastar para lograr mayoría absoluta en el Parlamento. La mayoría de las apreciaciones establece, sin embargo, que para ello hacen falta al menos tres puntos de diferencia.Algo está claro: cuanto más estrecho sea el resultado final, mayores son las posibilidades comunistas de forzar al PASOK a negociar un programa mínimo común de gobierno, si bien los comunistas critican a Papandreu el incumplimiento de su promesa preelectoral de instaurar un sistema proporcional simple.
Sólo 288 de los 300 diputados se eligen en las 56 circunscripciones, todas las cuales, excepto Ática (con cinco distritos electorales, incluyendo dos de Atenas) y Salónica (con dos), corresponden a los departamentos en que está administrativamente dividido el país. Los otros 12 escaños corresponden a diputados de Estado y se elígen en función. de los votos obtenidos por cada partido en todo el país. Los 288 diputados normales se eligen tras aplicar un sistema que prevé tres reparticiones sucesivas y que prima claramente el partido ganador.
Para el PASOK, uno de los grandes; avances de la nueva legislación electoral, que demuestra el carácter democrático y progresista de la misma, es la supresión de las llamadas cruces de preferencia. Con la ley ariterior, los votantes tachaban los nombres de sus candidatos preferidos en una lista más larga que el número de diputados a elegir en cada circunscripción. Ahora es el orden de preferencia en la lista, fijado por el partido, el que decide. Se puede paliar así en parte, según la dirección del PASOK, el cambalache y el clientelismo, tan frecuentes en el pasado, cuando una cruz junto al nombre adecuado podía suponer conseguir un préstarrio o un empleo. Estas prácticas, conocidas como rusceti, no han sido erradicadas del todo.
Los comunistas griegos no perdonan al PASOK que pactara con Nueva Democracia una ley electoral que consagra el bipartidismo y que hace muy dificil que el partido comunista prosoviético, KKE del exterior, pueda convertirse en árbitro para la formación de Gobierno.
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