La incertidumbre presiona a la baja los cambios bursátiles

La bolsa ha vivido otra semana negativa al sufrir su índice general un descenso de 1,12 enteros. Por sectores, los retrocesos han sido generales, con una pérdida de 4,78 puntos en alimentación, 3,12 en construcción, 2,91 en inversión mobiliaria, 1,37 en eléctricas, 1,25 en químicas, 0,62 en varios, 0,47 vi, comunicaciones, 0,29 en banca y 0,06 en siderometalúrgicas.Los factores positivos han echado un pulso a los negativos. Y lo han perdido, provocando la desorientación de aquellos operadores que habían apostado claramente por un fortalecimiento del mercado. Entre los primeros puede citarse la publicación de la ley fiscal de activos financieros (que debe incidir en un descenso de los tipos de interés), la alta rentabilidad de los valores eléctricos (con el próximo reparto de beneficios), los buenos resultados que están ofreciendo las sociedades, los anuncios sobre las primeras ampliaciones de capital del sector bancario o la terminación de las remesas de papel del caso Buxeres.

Al mismo tiempo, las innumerables compras a crédito, que venían renovándose desde febrero, han sido liquidadas, lo que ha incidido en los descensos de estos días y ha servido para que el mercado se limpie convenientemente. Ahora, los precios están más bajos, lo que debe servir para que las instituciones aprovechen la oportunidad, mientras que los frustrados inversores a crédito se encuentran con dinero fresco en las manos y, presumiblemente, con ganas de obtener su revancha.

Pero también hay que contar con los factores negativos. El aumento del 1 % en el índice de precios al consumo para abril es desfavorable para el mercado. Algunos analistas consideran que la bolsa ha descontado ya ese porcentaje, pero lo más fácil es que la noticia tenga una repercusión negativa. No es casualidad que el precio del dinero en el interbancario venga registrando un ligero aumento frente a todas las previsiones de continuidad en la caída de los tipos, lo que ha levantado serias dudas entre los operadores.

Así, han quedado en segundo plano las tensiones entre la familia socialista, especialmente en lo que se refiere al tema de las pensiones. De todas formas, tampoco se pueden olvidar las palabras del gobernador del Banco de España respecto a la necesidad de mantener una política de ajuste, lo que no concuerda demasiado con las nuevas medidas reactivadoras.

Los expertos esperaban un rebote del índice general en la cota 109, lo que se ha producido sin mayores dificultades. Y en buena lógica, los factores internos del mercado pueden comenzar a ejercer su influencia, a más tardar, en la próxima semana, momento en que la firma del tratado de adhesión a la CEE tiene que alegrar al dinero.