Aguilera, eliminado de Roland Garros
El torneo parisiense de Roland Garros se quedó sin tenistas españoles a los seis días de su inicio. Joan Aguilera perdió ayer, en la tercera ronda, frente al sueco Anders Jarryd por 2-6 y 2-6, en apenas 1-51 horas. Fue un partido absolutamente extraño, en el que Aguilera estuvo ausente durante la segunda y la tercera mangas tras tener un enfrentamiento con el juez de silla. Los octavos de final masculinos se completaron ayer. Entre los clasificados destaca la presencia de Martín Jaite, un jugador de 20 años formado en España y que en 1984 entró en el equipo argentino de la Copa Davis. Jalte derrotó ayer al checoslovaco Miroslav Mecir, uno de los favoritos, por 2-6, 7-6, 6-3 y 6-4.
Aguilera desarrolló ayer un tenis de despropósitos. Frente a él tenía al sueco Jarryd, uno de los cabezas de serie más asequibles en la tierra batida. Por lo menos, era lo suficientemente asequible como para estar igualado a cuatro juegos en la primera manga, con dominio alterno. Todo sucedió muy de prisa. Luis Bruguera, el entrenador de Aguilera, le dijo a su pupilo, en uno de los primeros juegos, esta frase: "Juega tranquilo y córtale las bolas para que no pueda subir a la red".No dijo nada más, pero fue suficiente para que el supervisor de los árbitros, que estaba sentado detrás, de Bruguera, utilizase su transmisor para decirle al juez de silla que castigase con una amonestación a Aguilera por recibir ayuda de su preparador. Fue lo último que pudo hacer porque el público que estaba en esa zona, que había visto cómo en el partido precedente el nortemaericano Krickstein hablaba continuamente con su entrenador sin que se le llamase la atención, le obligó a irse.
Aguilera fue amonestado y, con 4-4 y 15-40 en el marcador, fue de nuevo castigado con la pérdida del punto y del juego por sacar la lengua tras ganar un tanto. El español se fue del partido en ese momento, enfadado porque consideraba, con razón, que en Roland Garros se mide con distinto rasero a los poderosos -franceses y norteamericanos- y a los modestos.
Si hasta ese momento Aguilera había movido muy bien a Jarryd. con bolas a los rincones, a partir de la pérdida de la primera manga comenzó a fallar estrepitosamente contra la red o lejos de las líneas. Era una auténtica crisis psicológica, provocada por los nervios, pero difícil de entender en alguien que se considera un profesional de la raqueta. El público llegó a silvar al considerar que Aguilera estaba tirando el partido. No lo estaba tirando; simplemente, ya no estaba en él.
Algo parecido le sucedió al checoslovaco Mecir, 112 cabeza de serie y uno de los favoritos tras ganar los torneos de Rotterdam y Hamburgo y llegar a las finales de Filadelfia y Roma. Mecir, que llevaba tres semanas consecutivas jugando sin parar debido a sus buenos resultados, se encontró con un duro rival, el argentino Jaite. Mecir no se fue de la cancha, pero pasó del encuentro. Sólo jugó a su máximo nivel la primera manga, que ganó por 6-2. Jaite iba tan a remolque de Mecir que, al fallar un punto, dijo: "Con este monstruo es imposible jugar". Pero Mecir es distinto. Terminó 1984 alrededor del- puesto 1709 del mundo y parece cansado de ser ya el 129. Hace poco-tiempo decía: "No me gusta el tenis. Prefiero el. hockey o el fútbol. Pero ésta es mi profesión" .
Los octavos de final serán éstos: McEnroe-Sundstroem; Gildemeister-Nystroem; Wilander-Smi, Noah-Leconte; Jarryd-Edberg; Cancelloti-Connors; Gunthardt-Jaite y Krickstein-Lendl.
La competición femenina ha entrado en los cuartos de final. La estadounidense de origen checoslovaco Martina Navratilova fue la primera en clasificarse al vencer a la italiana Reggi por 6-4 y 6- 1. Ahora se enfrentará con otra italiana, Cecchini, ganadora del torneo de Barcelona, que derrotó a la danesa Larsen por 6-3 y 6-2. La checoslovaca Mandlikova venció a la estadounidense Spence por 7-6 y 6-2 y jugará contra la alemana occidental Claudia Kohde, que derrotó a su compatriota Hanica por 5-7, 6-0 y 6-3.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.