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El punto de los tejidos

Confeccionistas, diseñadores y tejedores padecen la mediocre calidad del textil español

Quizá el hecho más significativo de la 9ª Mostra de Tejidos, organizada por la Asociación para la Difusión de la Moda Textil Española (ADIMTE) de cara a la próxima temporada primavera-verano de 1986, celebrada en el recinto de la feria de Barcelona, ha sido la manifestación de inquietudes de los mismos expositores ante la próxima entrada de España en el Mercado Común y el precario futuro de este sector. En una mesa redonda entre industriales de tejidos, hilados y confección,' además de diseñadores presidido por Miguel Ángel Feito, director general de Industrias Textiles, salieron a relucir los problemas que afectan a cada campo.Los confeccionistas se quejaron de que los tejedores no entregan los pedidos con tiempo suficiente para elaborar sus colecciones, además de ofrecer productos mal acabados y de dudosa calidad, con falta de diseño, lo cual obliga a importar tejidos del extranjero, que a pesar del transporte y las aduanas, llegan antes que los españoles. La diseñadora industrial de confección Roser Marcé, que se declaró antiimportadora, opinó que los muestrarios "tendrían que ser más concretos y menos ambiguos", y que la única alternativa es realizar muestrarios exclusivos para no ver tejidos repetidos por otros confeccionistas en el mismo mercado.

Ángeles Fandos, diseñadora de moda infantil, se quejó de que el sector juvenil-infantil esté abandonado por los tejedores, que no le dan importancia por consumir pocos metros. Por otro lado, los tejedores opinan que los confeccionistas no tienen criterio, cambian de idea y hacen los pedidos demasiado tarde, esperando ver lo que va a cuajar cómo tendencia internacional.

Algunos tejedores reconocieron que no tienen confianza en su propio criterio a la hora de elaborar un muestrario, ya que el mercado se deja influir por las tendencias de fuera. Se resaltó la falta de creatividad y diseño en los tejidos y la necesidad de una formación básica de jóvenes diseñadores textiles.

Lo cierto es que, durante demasiado tiempo, este sector (tejidos) se ha dormido en los laureles de las vacas gordas de los años sesenta, sin buscar una personalidad propia. Salvo muy pocas excepciones, como Niki Bosch (uno de los tejedores más innovadores de Europa, cuyos prestigiosos clientes incluyen a François y Marité Girbaud), la gran mayoría se ha limitado a copiar a los italianos, franceses y suizos, sin invertir ni en investigación de materiales ni en diseño. La firma Sedunión (empresa sedera que en sus comienzos fabricó sedas naturales, pero que, ante la caída de demanda a causa del elevado coste de mantenimiento, desde hace 10 años sólo fabrica poliéster).

Esta firma elabora sus tejidos con sistemas de acabado japonés, cuyo tratamiento químico logra que el poliéster parezca seda auténtica, tanto por su caída, que no se engancha ni se pega, como por su tacto. Su director, Batlló, se dio cuenta de que la industria necesitaba un diseñador con los pies en el suelo" y contrató hace dos años al creador Manuel Piña para que realizara colecciones exclusivas cada temporada. Parece que el matrimonio entre industrial y diseñador funciona, y, según Manuel Piña, sus colecciones "corresponden a las tendencias del mercado, ya que hay que vender, pero el colorido es muy personalizado". Para la línea primavera-verano de 1986 ha creado 12 estampados originales, que incluyen temas florales (en Europa. hay una avalancha) y geométricos, destacando colores muy vivos, como azulones, rojos fuertes, fucsias, naranjas y negros.

De las pocas firmas españolas que presentan en ferias europeas, como Interstoff y Primera Visión, Sedunión exporta a Europa, Oriente y EE UU. Durante la muestra, dos firmas, Soleil, SA, y Jacinto Viladomiu, SA, recibieron premios para las colecciones más creativas, elegidas por un jurado profesional. La firma Jacinto Viladomiu, SA, una comercial que trabaja con unas cuatro fábricas, iba a cerrar sus puertas hace un par de años, cuando se le ocurrió contratar al joven estilista de 27 años Javier Sánchez, el cual se lanzó a crear una imagen nueva y dinámica. Desde entonces va viento en popa. Salvador Peréz-Bassols, director de Soleil, SA, e Isa Krayenbylh son los dos diseñadores de la colección, que se basa sobre todo en los madrás con estampados florales, temas batiks en naranjas tostados, turquesas y fucsias, y estampados africanos en verdes fuertes, blancos, azules y lisos falsos, casi siempre en algodones ciento por ciento.

Las tendencias marcadas por el equipo de estilismo de ADIMTE (Maite la Fuente, José Llorens y José María Fillol), en general, han sido seguidas por los expositores, y se dividen en cuatro: Arcaicos (colores claros y neutros) , Jardines (colores frescos y veraniegos), Anilinas ( colores fuertes y vivos) y Oceánicos, inspirados en los colores intensos de Oceanía y estampados primitivos de Tahití.

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