La organización terrorista turca Lobos Grises, clave en los preparativos para asesinar al Papa
La detención en Holanda de un turco que figura como Aslan Samet, armado con una pistola del mismo lote adquirido por Alí Agca en Viena en la primavera de 1980, junto con los nuevos nombres que salen en el curso del actual proceso de Roma sobre la presunta conspiración internacional para asesinar a Juan Pablo II, corroboran plenamente la tesis del complót en su variante turca: en la fase de preparación del atentado contra el Papa del 13 de mayo de 1981, Agca actuó en estrecho contacto con la organización terrorista turca de extrema izquierda los Lobos Grises, radicada en Suiza y la República Federal de Alemania (RFA).
La justicia italiana estudia ya la apertura de una nueva investigación (sería la tercera) sobre el caso Agca, gracias a los detalles y nombres que está suministrando Omar Bagci durante su interrogatorio, que se reanuda el lunes. Quiere ahora interrogar también a Samet, nombre que seguramente es falso. En Roma se especula con la posibilidad de que se trate de Oral Celik, compañero de Agca en el atentado de la plaza de San Pedro de Roma y cuyo paradero es desconocido.El número de registro de la pistola intervenida en Holanda es consecutivo al del arma utilizada por Agca para disparar contra el Papa. El terrorista turco compró cuatro pistolas en Viena a un austriaco llamado Otto Tintner en la primavera de 1980, y la que le fue ocupada tras el atentado era la única que había aparecido hasta ahora. La policía holandesa mantiene que Samet, detenido en un tren el pasado 14 de mayo, tenía la intención de disparar contra Juan Pablo II.
Omar Bagci, que la próxima semana quizá sea sometido a un careo con Agca, era presidente del Hogar Turco en Olten (Suiza), que según él era una institución cultural y recreativa sin conexión alguna con la Federación Democrática e Idealista de los Trabajadores Turcos de la RFA, organización considerada como la tapadera legal de los Lobos Grises, a la sazón presidida por Musa Sedar Celebi.
Sin embargo, el secretario de ese hogar turco, Erdem Eyup, telefoneó nada más enterarse del atentado a la sede de la citada federación, es decir, a los Lobos Grises, en Francfort para hablar con su jefe, Celebi. Eyup, que desapareció de Suiza inmediatamente después, aparece también junto a Bagei en el viaje que efectuaron ambos a Milán para entregar la pistola a Agca el 9 de mayo de 1981 y en el que efectuaron a Turquía, a través de Bulgaria, a finales de agosto de 1980.
A estos hechos comprobados hay que sumar las fotocopias presentadas ante el tribunal de recibos referidos a transferencias bancarias efectuadas por Bagci a la cuenta bancaria de Celebi.
Cuando Agca tenía 19 años militaba ya en un grupo de los Lobos Grises, en Malatyla, que tenía como jefe a Oral Celik. Eran aquellos unos años de extrema violencia en Turquía, donde millares de terroristas de concepciones ideológicas contrapuestas sembraban el terror y la muerte a lo largo y ancho del país. La organización fue fundada por Alpaslan Turkes, un ex coronel del Ejército que era el jefe del Movimiento Nacional, partido de extrema derecha.
300.000 militantes
Los Lobos Grises llegaron a contar con 300.000 militantes y 40 campos de adiestramiento militar. En el extranjero, lograron introducirse en las asociaciones que agrupan a los emigrantes turcos, o las organizaron ellos mismos como cobertura legal. Montaron así una estructura oculta que les permite moverse por Europa sin ningún problema y con una asombrosa facilidad para encontrar pasaportes falsos y dinero. Estas facilidades tal vez se deban a un presunto apoyo de la CIA estadounidense.Su centro de operaciones más importante en Europa 16 tienen los Lobos Grises en la RFA, donde hay más de un millón de trabajadores turcos. Es esta organización la que sirvió de cobertura a Alí Agca en sus desplazamientos una vez que consiguió huir de la cárcel en Turquía en 1979, en vísperas de ser condenado a muerte por el asesinato del director del periódico Milliyet -acción en la que también participó otro lobo gris, Celik-, y le brindó la infraestructura necesaria para realizar el atentado de la plaza de San Pedro de Roma.
El vicepresidente de la Federación de Trabajadores Turcos, llisan Oner, está presente en el proceso para "apoyar moralmente" a Celebi. Niega rotundamente que su organización tenga nada que ver con los Lobos Grises. "No existen esos lazos", dice continuamente a los periodistas que se le acercan para interesarse por la cuestión. Es su federación la que paga los abogados a Celebi, según Oner.
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