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Los principales jefes policiales homenajearon a Ballesteros

"He cumplido con la ética profesional y estoy en paz con mi conciencia". Con estas palabras, el comisario Manuel Ballesteros, ex jefe del Mando Único para la Lucha Contraterrorista (MULC), respondía al homenaje que más de 200 funcionarios del Cuerpo Superior de Policía, en su mayoría comisarios-jefes, le tributaron ayer en Madrid como consecuencia de la sentencia, ya recurrida, que le condena a tres años de suspensión y a 100.000 pesetas de multa en relación con el caso del bar Hendayais.

El acto fue organizado por el Sindicato de Comisarios de Policía (SCP), colectivo que agrupa a los principales mandos del Cuerpo Superior, y consistió en un almuerzo al término del cual tanto el presidente de esta organización, Ramón González, como Ballesteros pronunciaron unas breves palabras. Ballesteros pidió un minuto de silencio en solidaridad con las víctimas del terrorismo y sus familias, que todos los asistentes respondieron puestos en pie.Aunque se trataba de un acto no oficial, Ballesteros reunió ayer en el almuerzo a los dos máximos responsables actuales de los servicios antiterroristas, el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, Andrés Casinello, y el comisario general de Información, Jesús Martínez Torres, así como al subdirector general de la Policía, Pedro Julián García-Juarránz, y a la mayoría de los comisarios generales, entre ellos su actual superior de Documentación, Miguel Fernández Robles. También acudieron el jefe superior de Policía de Madrid, Antonio Garrido; el jefe de seguridad de Presidencia del Gobierno, Manuel Céspedes, y el jefe de la Brigada Regional de Información (Madrid), José Blanco. Entre los asistentes se encontraba, con excepción del anterior jefe de la Brigada Central de Información, Joaquín de Domingo Martorell, ausente de Madrid, la práctica totalidad del equipo antiterrorista que dirigió Ballesteros. La mayoría de este equipo está separada de esta área de trabajo, como el actual comisario de Madrid-Centro, Jaime Centeno, y el recién nombrado comisario de Puertollano (Ciudad Real), Carlos Cabrerizo.

Uno de los principales comentarios fue la ausencia del inspector en excedencia Luis Antonio González Pacheco, Billy el Niño, que en el juicio contra Ballesteros testificó que él era el responsable de controlar al grupo de informadores que atravesó violentamente la frontera hispano-francesa el 23 de noviembre de 1980, tras el atentado contra el bar Hendayais.

A los postres, el presidente del SCP, Ramón González, dijo que "el acontecimiento que nos ha reunido aquí nos ha consternado pero no nos ha desmoralizado", y añadió que "la situación de Ballesteros tiene un aspecto positivo: nos ha servido para ratificar la unión del cuerpo".

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