La mezcla de gas y aire en el buque panameño 'Petrogen One', probable causa de la explosión registrada en Algeciras
J. J. ECHEVARRÍA / E. GARCÍA, Las explosiones registradas ayer, a las 11.10, en dos petroleros que operaban en la bahía de Algeciras (Cádiz) ocasionaron más de 30 víctimas, entre los 17 muertos -10 de ellos, identificados- y los 16 desaparecidos, así como numerosos heridos y cuantiosísimos daños materiales, según los datos provisionales facilitados a última hora de la noche de ayer por el Gobierno Civil de Cádiz. la catástrofe se produjo en el pantalán de la refinería Gibraltar, propiedad de la Compañía Española de Petróleos, SA (CEPSA), en el término municipal de San Roque, en la bahía de Algeciras. En la tarde de ayer, el director general de esta compañía, Eugenio Marín, consideraba como hipótesis más probable del origen de la catástrofe que una acumulación de gases en el barco de bandera panameña Petrogen One provocara una explosión, que a su vez causase la del buque Camponavia, propiedad de Campsa, y que estaba atracado a 10 metros.
Eugenio Marín añadió que, por razones técnicas, esta acumulación de gases se debió de producir en el barco de bandera panameña, ya que sus depósitos contenían 2.000 toneladas de nafta (gas muy explosivo). Según Marín, el testimonio del primer oficial del barco español, Jaime García Suárez, refuerza la hipótesis de la acumulación de gases en ese barco como causa de la catástrofe. Jaime García dijo que la primera explosión que oyó procedía del barco panameño.La mayor parte de la población del Campo de Gibraltar se despertó ayer con el estruendo de tres explosiones. A continuación, una enorme humareda y grandes llamas se pudieron divisar en la bahía de Algeciras procedentes del pantalán.
A la hora de producirse el accidente los dos petroleros se encon traban en el puerto de la refinería. El Petrogen One, atracado en la plataforma B, se hallaba terminando de descargar las 25.000 tonela: das de nafta que se estaban alma cenando en la unidad destinada a la fabricación de aromáticos y gasolina. En la plataforma C, al otro lado del pantalán, el Camponavia cargaba gasolina de 92 y 97 octanos. Todos los indicios parecen apuntar que la explosión se produjo en el primero de los barcos, en el Petrogen One, que llegó a puerto, procedente de Libia, el martes. El barco, construido en 1982, llevaba a bordo 29 tripulantes, la mayoría coreanos, y seis oficiales japoneses.
Tras la explosión, el Petrogen One se partió en dos y quedó prácticamente hundido. Similar suerte corrió el Camponavia, con 31 tripulantes, todos españoles, algunos de los cuales -según palabras de un superviviente- estaban desayunando cuando escucharon la fuerte explosión.
El buque español comenzaba a cargar gasolina con destino al oleoducto Rota-Madrid-Zaragoza cuando se produjo la explosión en el Petrogen One. Un tercer barco, el petrolero Camporrubio, que aca baba de cargar gasóleo, tuvo que recurrir forzadamente a un remolcador para evitar ser alcanzado por las llamas. La explosión provocó la rotura de gran parte de los cristales de las dependencias de la refinería y de la barriada anexa de Puente Mayorga.
Su onda expansiva hizo saltar a uno de los supervivientes unos tres metros sobre el suelo, mientras que desaparecía un jeep, al parecer con varios trabajadores, del equipo de la refinería destinado a las tareas de carga y descarga en el pantalán.
José Luis Fernández Gavilán, concejal independiente de San Roque y vecino de Puente Mayorga, describía el momento inmediato a las explosiones como de terror, máxime dada la proximidad de los tanques de la refinería. "Salieron las mujeres a la calle con ataques de nervios, ha habido desmayos, a los niños se les veía correr sin rumbo. Rápidamente pudimos disponer a todos en caravana y trasladarlos a San Roque".
Igual ocurrió en las cercanas barriadas de Guadarranque y de La Colonia, donde en total viven unas 3.000 personas.
Rescate
Todos los servicios de emergencia de la refincria se pusieron en marcha tras la explosión. Bomberos y ambulancias de las distintas localidades -incluida Gibraltar-, Guardia Civil, Comandancia de Marina, Policía, Cruz Roja, servicios de emergencia de radioaficionados y remolcadores comenzaron a actuar en el rescate de las víctimas bajo la coordinación de Protección Civil y responsables de la refinería.
Los primeros heridos fueron evacuados a la residencia sanitaria de La Línea, que horas después del suceso se encontraba al completo. Dos personas muertas primeramente y siete cadáveres más fueron trasladados a La Línea.
Los siete fallecidos encontrados en principio estaban flotando en las aguas de las playas cercanas. Seis de ellos son coreanos y el séptimo era el segundo oficial del barco español, Juan Martínez Vidaurrazaga.
Sin duda, muchos de los tripulantes de ambos barcos quedaron atrapados por las llamas. Algunos de los que permanecieron con vida en un principio no pudieron salir -señalaba un vecino de Puente Mayorga-, porque rápidamente el fuego se extendió sobre las aguas que rodeaban a los dos buques siniestrados, en un radio de un kilómetro.
Tuberías independientes
Pero la catástrofe aún podía haber sido mayor. Las circunstancias meteorológicas han ayudado a cercar rápidamente las llamas, y el hecho de que el barco panameño hubiera descargado la mayor parte de la nafta también ha contribuido al control, señalaba el jefe provincial de Protección Civil, Joaquín Calero.
Las causas de la explosión se desconocen. Las tuberías de carga y descarga que ligaban ambors barcos al pantalán son totalmente independientes, señalaban responsables, de la refinería, y se especula con la acumulación de gases en el petrolero Petrogen One, como posible causa.
La Comandancia Militar de Marina ha dispuesto distintas un¡dades para controlar la contaminación, aunque el hecho de que se tratase de productos ya refinados aleplos peligros de marea negra.
Éste es el segundo accidente que sufre la refinería en un año, ya que hace algunos meses se produjo una explosión en la unidad de Platfórming, instalación a la que iba dirigida precisamente la nafta que se descargaba. En aquel suceso falleció un trabajador.
Para las barriadas colindantes con Refinería este suceso ha supuesto la confirmación de sus preocupaciones. El Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad propoñe precisamente el traslado total de sus habitantes, a lo que se niega la mayoría de los afectados. "Aquí nadie sabe al acostarse si se va a levantar, y por ello vamos a tratar el tema con la Junta, de Andalucía e Industria, para que todos los vecinos que quieran salir de aquí tengan una casa en San Roque", decía el alcalde de la ciudad Eduardo López Gil.
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