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Huarte renegocia de nuevo 6.000 millones de pesetas de deuda con un consorcio de bancos

La empresa constructora Huarte y Compañía se encuentra actualmente renegociando, con un consorcio bancario encabezado por la Société Générale de Banque belga, los términos de su deuda, cifrada en 6.000 millones de pesetas. Esta renegociación estaba ya prevista en una cláusula del contrato firmado entre ambas partes en octubre pasado.

Paralelamente, la dimisión del consejero delegado de Huarte y Compañía, Enrique Romero, un hombre vinculado a la constructora desde hace muchos años, ha levantado en medios empresariales y bancarios las especulaciones sobre la situación de la empresa, que, como buena parte del sector de la construcción, se debate en una fuerte crisis que ha llevado a la patronal a solicitar de la Administración la acometida de un plan de reconversión.Tras la renegociación de la deuda de Huarte, efectuada el pasado mes de octubre, los problemas de la constructora se consideraban superados a corto plazo. En las últimas semanas, sin embargo, los rumores volvieron a ser abundantes sobre una eventual crisis de liquidez de la sociedad. La dimisión de Enrique Romero ha vuelto, por tanto, a disparar los comentarios. Según fuentes dignas de crédito, la eventualidad de una suspensión de pagos fue discutida en días pasados por la gerencia de la sociedad. La dimisión de Romero, presentado como un decidido partidario de tal medida, supondría el descarte de tal solución y el intento de reconducir la crisis de Huarte de nuevo por la vía de la negociación con los acreedores bancarios.

Dimisión pactada

Aunque ayer no fue posible confirmar estas informaciones con el actual presidente de Huarte, José Huarte Beaumont, un portavoz cualificado de la sociedad, sin embargo, descartó plenamente el que se hubiera hablado de suspensión de pagos. Según fuentes de la empresa, la dimisión de Enrique Romero, cuyas tareas ejecutivas estaban siendo realizadas desde hace meses por el propio presidente y por Nicolás Bonilla y Camilo Pereira, estaba pactada hace meses, aunque se haya producido ahora. Por otro lado, la renegociación de la deuda con los acreedores bancarios estaba ya prevista en el acuerdo suscrito en octubre, según el cual dicho acuerdo sería elevado a definitivo durante el mes de junio próximo.Según fuentes ajenas a la empresa, la suspensión de pagos, en todo caso, ya fue barajada por la gerencia en octubre pasado, aunque se trató más de una amenaza o medida de presión ante la banca acreedora. En octubre pasado Huarte renegoció con un conjunto de 13 bancos (entre los que se hallaban el Credit Commercial de France, BNP, Société Generale de Banque, Banco de París y de los Países Bajos, Continental Bank, Citibank y Wells Fargo) unos nuevos términos para una deuda cifrada en torno a los 6.000 millones de pesetas.

En el acuerdo alcanzado figuraba una cláusula de revisión del mismo para el mes de junio del presente año, revisión supeditada a la firma de un contrato en Colombia para la construcción de una autopista que enlazaría Medellín con el aeropuerto de dicha ciudad, proyecto que al haberse venido abajo ha truncado unos potenciales ingresos para la compañía cifrados en 65.000 millones de pesetas. El fracaso de esta contrata, congelada por el Gobierno colombiano a causa de dificultades financieras, ha precipitado la renegociación del acuerdo, tarea en la que ayer estaban enfrascados empresa y acreedores bancarios.

Los problemas de Huarte han venido básicamente de su negocio en el exterior, principalmente en Venezuela y Colombia.

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