Encarcelado por error uno de los denunciantes de malos tratos en la comisaría de Parla

Una de las tres personas que han informado a la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH) de las presuntas vejaciones de que fueron objeto por policías de Parla (ver EL PAIS del 17 de mayo) fue encarcelada el pasado fin de semana a causa de un error administrativo. El joven fue puesto en libertad el lunes por orden del presidente de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial.

En la última semana del pasado mes de abril, un comerciante y un policía nacional murieron en Parla en el transcurso de sendos atracos. En las horas siguientes al homicidio del agente, policías de esa localidad detuvieron a varias personas en busca de información sobre el paradero de Antonio Orihuela Benjumea, alias el Chiqui, al que consideraban principal sospechoso del asalto que costó la vida al funcionario. El Chiqui y dos personas más fueron capturadas la pasada semana en Granada.El primero de los detenidos en Parla a fines de abril que manifestó haber sufrido malos tratos en comisaría fue Manuel Rafael Gómez, cuya denuncia tramita en la actualidad el juzgado de Getafe. Con posterioridad, la APDH recogió el testimonio de otros dos jóvenes y de la madre de el Chiqui, que también afirmaban haber sido vejados por funcionarios de Parla.

Estos hechos han tenido singulares derivaciones el pasado fin de semana. Uno de los jóvenes que testimonió ante la APDH, José Manuel Moraleja Pérez, fue detenido de nuevo por funcionarios de Parla al mediodía del viernes, cuando estaba trabajando con su padre. Los policías disponían de una orden de detención emitida por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial el pasado 17 de abril. El detenido fue trasladado al juzgado de Getafe, que ordenó su ingreso en Carabanchel.

La orden de detención aseguraba que José Manuel Moraleja tenía pendiente el cumplimiento de una condena. Sin embargo, dicha condena había sido ya cumplida en su integridad por el joven durante el encarcelamiento preventivo que precedió al juicio, celebrado hace un año, y por eso, una vez terminado éste, había sido puesto en libertad. De esta circunstancia fueron informados el sábado el Defensor del Pueblo y la APDH.

Cuando el lunes por la mañana el presidente de la Sección Séptima tuvo conocimiento del asunto, reconoció el error y ordenó la inmediata puesta en libertad de José Manuel Moraleja, el cual ya había pasado tres días privado de libertad.

Por otra parte, el pasado sábado fue citada a la comisaría de Parla la madre de el Chiqui, que también había testimoniado ante la APDH. La mujer acudió a la comisaría el pasado lunes y allí ratificó oralmente que había sido amenazada con armas por policías que buscaban a su hijo. Cuando los funcionarios le pidieron que lo hiciera por escrito, la mujer, aconsejada por su abogado, dijo que sólo lo haría en presencia de un juez.

También en la mañana del pasado sábado, el sacerdote Enrique de Castro fue citado a la comisaría de Entrevías para que declarara en relación a la carta que había publicado ese mismo día en EL PAIS acerca de los sucesos de Parla. Enrique de Castro ha manifestado que no piensa acudir a dicha dependencia policial y que sólo declarará ante un juez.