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SAN ISIDRO

El flamenco abarrotó anoche el Palacio de Deportes

Los miles de asistentes que anoche abarrotaron el Palacio de Deportes vibraron con el cante jondo de Enrique Morente, las canciones de Lole y Manuel y los fandangos de Camarón. Mientras tanto, Loquillo, Glutamato Ye-ye y Peor Impossible actuaban en el paseo de Camoens, y Puturrú de Fua y Burbujas, en Las Vistillas. Pero, como ya han descubierto muchos madrileños estos días, las fiestas pueden ser aprovechadas también para comprar uno de los 5.000 libros sobre gastronomía, historia y costumbres de Madrid, así como una pieza de barro o un objeto de cerámica en las ferias de cacharrería y cerámica instaladas hasta el próximo día 19.

La noche flamenca había levantado espectación y ello se notó en las decenas de personas que se quedaron en el exterior del Palacio de los Deportes sin poder entrar por falta de entradas. En el interior el palacio era una fiesta en la que artistas y público compartían un sentimiento más que un ritmo o una letra. Como era lógico, al Palacio de los Deportes habían acudido muchos gitanos, elegantemente vestidos para la ocasión, que siguieron con palmas y exclamaciones las actuaciones de sus ídolos, en especial durante la intervención de José Monge Cruz, conocido como Camarón y considerado como uno de los genios del flamenco en la actualidad.Al margen de estas actuaciones, los madrileños pueden encontrar estos días en la calle, entre, otras cosas, cántaros realizados en la localidad cordobesa de Palma del Río, la historia de los Austrias y los Borbones y las mejores cazuelas del mundo para la sopa castellana en las tres muestras al aire líbre instaladas en Madrid.

El pequeño espacio peatonal de la plaza de las Comendadoras está ocupado por los 12 puestos que forman la feria de la cacharrería. En ellos se ofrecen al público, entre otras piezas de barro, cántaros, morteros, escurrideros, orzas para aliñar las aceitunas y jarras de vinagre, todo ello a precios populares.

Los artesanos madrileños insta lados en los jardines del cuartel del Conde Duque ofrecen al público objetos de adorno de cerámica elaborados por los propios artistas. A diferencia de los vendedores de la feria de cacharrería, estos artistas no son tan optimistas sobre las ventas, pues dicen que su trabajo está basado en el diseño, por lo que no pueden vender los objetos al precio de un botijo.

La exposición sobre el libro de Madrid, compuesta por 10 casetas instaladas en la plaza de Isabel II, ofrece, además de un 10% de descuento en la venta, una variada muestra de textos que recoge la historia y el presente de la ciudad. Juan Manuel Domínguez, empleado de la editorial Avapies, está sorprendido por el éxito de la muestra. "El día del patrón, pese al mal tiempo, hicimos una caja de 250.000 pesetas. Claro que en los días de fiesta aumenta sensiblemente la venta. La gente quiere, sobre todo, historias reales, pero que estén noveladas", afirma.

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