Peter Leuprecht

Peter Leuprecht llegó al Consejo de Europa "porque creía interesante una experiencia de uno o dos años" y lleva 24 trabajando en Estrasburgo; los cinco últimos, al frente de la Dirección de Derechos Humanos. Jurista austriaco, de 44 años, casado y con tres hijos de siete, cinco y un años, dedica gran parte de su tiempo a viajar por los 21 países que conforman el Consejo de Europa y por otros continentes. Hace unos días estuvo en Salamanca para impartir un curso en el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad Pontificia.

Peter Leuprecht tiene en la difusión y enseñanza del Convenio sobre Derechos Humanos uno de sus primeros objetivos. España, cinco años después de ratificarlo -salvo en los protocolos primero y cuarto, por cuestiones referidas a la libertad de enseñanza y de circulación-, puede decirse que sufre un desconocimiento casi general en sus derechos y obligaciones que afectan a su campo jurídico interno. El director de Derechos Humanos visita desde hace tres años las provincias españolas para facilitar la propagación del convenio. De su visita inicial obtuvo una proposición firme: aprender castellano cuanto antes "por lo difícil que resultó no poder expresarme" En esta última ocasión, ni él ni su acompañante, el alemán occidental Wolfgang Peukert, administrador principal de la Comisión de Derechos Humanos, necesitaron en exceso el auxilio interpretativo de Monserrat Einrich, administradora del tribunal, que formaba parte del equipo. Aunque uno de los principales desafíos con los que se encuentra en la actualidad el Consejo de Europa en materia de derechos humanos procede de¡ progreso científico en el campo genético, las nuevas formas de procreación -inseminación artificial, madres de alquiler-, Peter Leuprecht considera muy seria la vuelta de movimientos racistas y xenófobos que se extlenden por Europa. "Parece que en ciertos países existe una tendencia a dormirse, a consi derar los derechos humanos y la democracia como conceptos inherentes a la normalidad, y lo cierto es que unos y otra necesitan una vigilancia permanente", explica refiriéndose al fenómeno Le Pen.

Contra la amenaza de estos movimientos, "que provocan en otros partidos cierto peligro de contagio y la tentación de explotar y utiliza como chivo expiatorio problema como la emigración en tiempo de crisis", Leuprecht propone la edu cación. "La educación en ciertas actitudes personales y la sensibilización sobre los derechos humanos desde la escuela", continúa el director de la institución europea Para ello, el Consejo de Europa cuenta con un programa especial para escuela secundaria -que la Universidad Pontificia pretende difundir en Salamanca- y con boletines dirigidos a colectivos como la policía -que el Gobierno espa ñol ha acogido con interés- o personal penitenciario, y cursos para letrados y juristas.

A lo largo de su carrera europea Peter Leuprecht ha sido abogado encargado del seguimiento político desde el Consejo de Europa de la dictadura de los coroneles griegos -"a cuya caída contribuyó mucho la acción de Estrasburgo", apunta- Después fue secretario del Comité de Ministros -que vigila el cumplimiento de las sentencias del Tribunal de Derechos Humanos-, hasta que en 1980 fue nombrado director.

El secreto a la comisión impide desvelar las demandas -entre las 18 que tramita en la actualidad- planteadas contra el Estado español, aunque algunas son conocidas por la prensa, como la planteada por los aviadores republicanos, que se sienten discriminados, y los condenados por el caso Bultó.