Manuel Flores Silva

Con motivo de su visita a Madrid, no ha dejado de visitar las librerías especializadas, y en cuanto puede escapar de un compromiso se le ve examinando títulos y cargando con pilas de revistas literarias y sociopolíticas. A los 34 -años, Manuel Flores Silva es senador en el Parlamento uruguayo, líder del ala izquierda del Partido Colorado (batilismo), que sostiene al Gobierno del presidente Sanguinetti, y director del semanario Jaque, de Montevideo, fundado a finales de 1983.

En su primer año de vida, que fue el último de la dictadura militar uruguaya, Jaque obtuvo una mención especial en el Premio Juan Carlos I de periodismo por un trabajo de investigación que reveló la verdad sobre la muerte de un médico rural torturado en un cuartel militar. "Cuando se acabó la impunidad de la tortura se acabó la tortura", recuerda Flores Silva, al tiempo que reflexiona que un periódico, mientras lucha por los derechos humanos, "debe correr detrás de la verdad para salvar su propia, vida"."En una democracia", acota, "el periodismo de investigación es también un modo de control sobre el poder que al mismo tiempo articula a la opinión pública, la cual en última instancia controla a la propia Prensa".

En aquella denuncia contra los métodos del régimen militar, enfrentandose a un poder que no sabía lo que era ser controlado pero que se sentía acorralado por la opinión pública, había tomado parte activa alguien importante en la vida de Flores Silva: el veterano Manuel Flores Mora, su padre.

El 15 de febrero pasado, al quedar instaladas las Cámaras legislativas democráticas en Uruguay, la congoja ahogaba el juramento del senador Flores Sílva y la emoción sacudía al Senado, más que por las libertades reconquistadas, por el dolor de la muerte, esa misma mañana, de¡ político, periodista y parlamentario Manuel Flores Mora, que había mantenido durante largos años una lucha abierta y consciente contra el cáncer y no había querido morir hasta ese preciso día en que se recuperaban las instituciones y su hijo iba a reemplazarle en el escaño.

Uno de los últimos artículos de Flores Mora (Presente de Uruguay, patria de pecados) fue publicado por EL PAIS el 20 de noviembre de 1984.

Para Flores Silva, "el ser político y periodista responde a un compromiso ético de nuestra generación ante la dictadura".

Puede decirse que toda la herencia vocacional e intelectual del padre se encuentra, modernizada, en Manuel Flores el joven.

De la cultura literaria del padre tiene que haber surgido la vocación de este profesor de Literatura que, puesto ante la hipotética situación de tener que optar entre el político y el periodista, declara que entonces optaría "por mi vocación profunda, que es la literatura".

Pertenece al grupo de dirigentes jóvenes llamados la generación del plebiscito porque surgieron a la acción política en la etapa previa al plebiscito de 1980, cuando el pueblo uruguayo rechazó un proyecto de institucionalización de¡ régimen dictatorial. En el caso de Flores Silva, que encabeza la Corriente Batllista Independiente (CBI) y se sitúa en la izquierda del partido gobernante, dicha inserción política supone, además, 1a síntesis de una reflexión elaborada a lo largo de muchos años".

Sostiene el joven senador que en Uruguay se ha verificado "una revalorización liberal y de la vía pacífica de transformación de la. sociedad, con superación de toda intolerancia y de¡ pensamiento utópico de los sesenta, para pasar a una traducción no dogmática de las ideologías y al desarrollo de un modelo socialista democrático nacional".