Europa concreta su participación en la primera fase
Los representantes de los 11 países miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA), reunidos la pasada semana en París, dieron el primer paso para la puesta en marcha de la colaboración europea en la estación espacial norteamericana, tras la decisión política favorable tomada en la reunión ministerial que tuvo lugar en Roma a finales del pasado mes de enero. Superando suspicacias tanto políticas como de carácter técnico y económico, fuentes de ESA señalaron al final de la reunión que se ha alcanzado un hito histórico en la puesta en marcha del programa Columbus, en el que está englobada la participación europea.Tras varios meses de negociaciones entre ESA y la agencia espacial norteamericana NASA (Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio), se ha establecido un plan de actividades para los próximos dos años, tanto en Estados Unidos como en Europa. Durante este período cada uno de los socios en esta empresa llevará a cabo en paralelo detallados estudios de definición, denominados estudios de fase B, sobre cierto número de elementos de la estación espacial.
Módulos y plataformas para experimentos
Según los planes actuales, señala ESA, la NASA pretende desarrollar una estación espacial permanente tripulada compuesta de varios módulos presurizados y áreas sin presurizar. La contribución europea se centraría en un módulo presurizado que pudiera ser utilizado como laboratorio tripulado, en plataformas independientes para la realización de experimentos situadas en órbitas de baja inclinación y en órbita polar y en un módulo de servicio que proporcionaría a ambos electricidad, aire acondicionado y sistemas de estabilización.
Además, los estudios dirigidos por ESA cubrirán aspectos tales como las instalaciones terrestres para la preparación y soporte de la misión y un sistema de transmisión de datos.
En esta reunión del consejo de ESA se autorizó a su director general para que firme con la NASA el acuerdo que establece los términos y condiciones en que se llevará a cabo la cooperación y que todavía no se han establecido en detalle. El coste de los estudios de fase B, que llevará a cabo la industria europea bajo la coordinación de ESA, se eleva a 80 millones de ECU (10.880 millones de pesetas).
Forman parte de la Agencia Espacial Europea 11 países europeos, entre ellos España. Los restantes son Bélgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Italia, Holanda, Suecia, Suiza, el Reino Unido y la República Federal de Alemania.
El calendario establecido fija que los países europeos tomen una decisión final sobre el proyecto definitivo de la estación espacial a finales de 1985 y establezcan posteriormente un tratado vinculante con Estados Unidos para fijar la participación concreta.
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