La multinacional GKN comprará parte del capital de la empresa pública MADE

La multinacional británica GKN comunicó a mediados del pasado mes de abril a la empresa pública Material Auxiliar de Electrificaciones (MADE), filial de Seat, su conformidad con el plan de futuro de la empresa española. El apoyo de los ingleses -desde finales de enero esta multinacional está prestando asesoramiento tecnológico a la empresa del INI- se traducirá a medio plazo en la toma de una fuerte participación en el capital social de MADE (podría llegar al 50%), una vez realizado el saneamiento de la empresa.Actualmente, la empresa MADE se encuentra en una situación jurídica peculiar. Sus dos ramas de actividad, la de forja y la de material eléctrico, funcionan con contabilidades diferentes y dependen cada una de sus socios mayoritarios Seat y Endesa, respectivamente. En estos momentos se está trabajando en el desgajamiento definitivo de las dos actividades en otras tantas empresas diferentes. De ahí, dadas las interrelaciones entre los socios, que el saneamiento de MADE-forja dependa de los acuerdos que alcancen los dos socios del INI. En cualquier caso, el coste de la operación no bajará de los 1.000 millones de pesetas. La división definitiva de MADE podría producirse a finales del presente año.

La entrada de GKN en el capital social de la actual filial de Seat supondrá el primer paso dentro del objetivo del INI de reprivatizar la empresa. Se pretende que junto con los ingleses entren a formar parte del capital social otras empresas privadas nacionales, puesto que está decidido que Seat, abandone su participación en la empresa. Para ello, el INI tiene abiertos varios contactos con diversas empresas privadas nacionales, fundamentalmente aceristas, que podrían concluir de forma positiva a lo largo del presente ejercicio.

Con la respuesta afirmativa de los ingleses, MADE podría poner en ejecución su plan de futuro en breve. Dicho plan contempla la construcción de una nueva planta, aprovechando los terrenos de su actual fábrica de Villalba en Madrid, con una inversión de 3.000 millones de pesetas.