Los televisores del futuro
Los receptores incorporan la tecnología digital para convertirse en terminales polivalentes
El televisor pasará a ser en un futuro cercano un terminal para todo tipo de servicios, desde operaciones bancarias a la recepción de teletexto, al tiempo que se continuará utilizando para la recepción de programas de televisión por cable o satélite, para la visión de programas grabados en vídeo o como terminal de ordenadores personales. Estas nuevas aplicaciones implican la incorporación de la tecnología digital, lo que supone una revolución técnica en estos aparatos.
Para que un receptor de televisión se pueda integrar en la red global de comunicaciones e incorporar fácil y económicamente las nuevas tecnologías periféricas tiene que hablar el mismo lenguaje que hablan los ordenadores, los grandes amos de esta red. Los técnicos sueñan ya con el televisor formado por un sólo circuito integrado y con pantalla plana. Mientras tanto, sus precursores están ya en el mercado.Los fabricantes de televisores están optando por la tecnología digital, que permite además de la integración de otros servicios una mayor fiabilidad y perfección técnica del aparato en sí, y dotarle de nuevas y espectaculares prestaciones.
La tecnología digital, basada fundamentalmente en que la señal es tratada en forma de impulsos codificados y no de ondas, se ha incorporado desde hace varios años para algunas funciones de control de los receptores. Se utiliza, por ejemplo, en los sintonizadores del mando a distancia. Ahora, el diseño de circuitos integrados VLSI (very large scale integration o integración de componentes a muy gran escala), especialmente para los televisores, permite ofrecer receptores en los que se produce también un proceso digital de la señal recibida e incluso un control digital de la flexión de los haces horizontales y verticales de la imagen.
El desarrollo de la solución digital para los televisores ha sido emprendido por diversas multinacionales, pero la pionera ha sido la norteamericana ITT, en sus fábricas de Europa. El corazón electrónico desarrollado por esta empresa y comercializado en sus propios televisores está siendo adoptado por otras grandes empresas, especialmente las japonesas, como Matushita, Toshiba y Sony. Otras multinacionales -Philips, Motorola, etcétera- siguen el mismo camino, considerado: irreversible por los analistas del sector. Un televisor digital entra de hecho en el campo de la informática ya que la tecnología digital, de descomposición y codificación numérica de la señal, se adapta plenamente a la utilización de microprocesadores y la introducción de programación o software. Unidades de control permiten el ajuste continuo de parámetros (intensidad, voltaje, etcétera) y la reconstrucción de la señal pura, desechando las posibles interferencias.
Como explican los técnicos de la fábrica de Standard Elektrik Lorenz, filial alemana de ITT y tercera compañía europea de productos de electrónica de consumo las dos características técnicas más importantes de un televisor digital no son inmediatamente visibles para el consumidor, pero suponen una revolución técnica que se muestra en una mayor fiabilidad y calidad de imagen. En primer lugar, el televisor dispone, almacenados en memoria, de los datos para la óptima reproducción de la imagen, lo que implica que no hay envejecimiento visible del aparato ni en la calidad de imagen ni en su geometría (recorte horizontal, etcétera). La sustitución de 367 componentes por cinco circuitos integrados es evidente que supone una mayor fiabilidad y seguridad de funcionamiento. En estos circuitos se han integrado elementos como potenciómetros de ajuste, el decodificador de imagen y el decodificador de teletexto. Esto supone también un cambio importante en la forma de arreglar televisores, ya que ahora los ajustes se podrán hacer con el mando a distancia.
Sobre esta base, las posibilidades de nuevas prestaciones son muy grandes, y su traslado del laboratorio al mercado está limitada sólo por el precio y no por la técnica en la mayoría de los casos. Los expertos en mercadotecnia dudan que los consumidores vayan a pagar el doble por un televisor que incorpore, por ejemplo, la posibilidad de ver simultáneamente dos canales, y esperan que los chips de memoria bajen de precio en los próximos dos años para incorporar estas prestaciones a un precio igual o sólo ligeramente superior.
Ahora, los televisores digitales ya pueden reproducir el sonido en estéreo y están preparados para que en el futuro puedan recibir transmisiones bilingües, lo que va a ser de gran importancia en las emisiones por satélite procedentes de otros países. Otra mejora técnica será la eliminación del parpadeo en la imagen, mediante el almacenamiento de la señal y su posterior reproducción con una mayor frecuencia, y la corrección automática de la doble imagen, tan corriente en las ciudades.
En prototipos se puede ver ya la posibilidad de congelación de la imagen recibida (lo mismo que se puede hacer en la actualidad con el vídeo) y la ampliación de cualquier detalle de ella (efecto zoom). La pantalla partida permite tanto la visión simultánea de dos canales como la aparición en pantalla de todos los canales disponibles, uno de ellos en tamaño grande y los restantes en tamaño pequeño. Algunos modelos disponen ya de decodificador de teletexto incorporado.
Por otra parte, la digitalización permitirá duplicar o triplicar fácilmente la definición de la imagen, y por tanto, lograr una mejor calidad en pantallas grandes o gigantes, simplemente mediante el almacenamiento y posterior repetición las veces que se desee de cada línea recibida. Un truco técnico para obviar la inmovilidad de las normas internacionales de emisión, cuyo cambio supondría, por otra parte, que todos los televisores existentes quedaran automáticamente obsoletos.
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