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Boyer no descarta "incidencias menores" en la crisis bancaria

Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, insistió ayer en el Congreso que la crisis bancaria está definitivamente cerrada, aunque señaló que no descartaba nuevas "incidencias menores" en la misma. El ministro, que ofreció cifras dispares y confusas sobre el coste de la crisis para el Banco de España, opinó que el Banco Hispano Amerino "quizá cometió un error al pujar en su día" para adquirir Bankunión, una entidad "con problemas de más hondura de los que se creía en un principio".

En una comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, a requerimiento del diputado comunista Fernando Pérez Royo, Miguel Boyer hizo una exhaustiva exposición de la crisis que atravesó el Banco Urquijo Unión, ofreciendo cifras harto confusas sobre lo que ha supuesto para el Estado la crisis bancaria.Según Boyer, la crisis bancaria española ha costado al Banco de España "la mitad de la magnitud que ha sido necesaria para resolver la crisis", que situó en 442.000 millones de pesetas en concepto de créditos concedidos al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), rechazando implícitamente la afirmación del diputado comunista en el sentido que la crisis hubiera supuesto para el Estado un desembolso del orden del billón de pesetas.

Los ingresos del Fondo

No obstante, Boyer ofreció cifras contradictorias al señalar que el Fondo de Garantía de Depósitos ingresará 800.000 millones de pesetas en 12 años, según el calendario de devoluciones previstas por estos los prestamos anticipados, los intereses de los mismos, las cuotas aportadas al FGD y los activos adquiridos.Por tanto, señaló textualmente Boyer, "el coste para el Banco de España (que participa al 50% en el Fondo de Garantía de Depósitos) es la mitad de la magnitud que ha sido necesaria para resolver la crisis". Boyer no matizó, ni ningún diputado le interrogó, si en estas cifras se incluían los fondos destinados para sanear los bancos de Rumasa o si también consideraba en esa cantidad las ayudas directas que el Banco de España haya podido destinar a las entidades en crisis.

En relación a la situación actual del Urquijo Unión, señaló que este banco ofrece "problemas de más hondura" de los que se creyó en el momento de su adquisición por el Hispano. Dijo que este banco no atraviesa ningún problema "más que los derivados de su adquisición del Urquijo y del Bankunión" y opinó que "quizá fue un error (del Hispano), el pujar" por este último banco. Sobre el Urquijo, indicó que el Hispano "no tenía otro remedio" que hacerse cargo del mismo debido a la relación en los capitales sociales existente entre los dos.

Errores de gestión

Boyer reconoció que en el Banco Urquijo se cometieron errores de gestión, pero, en ningún caso, irregularidades. Añadió que este banco tenía desequilibrios patrimoniales importantes y que sus activos no eran realizables o eran de escasa calidad y señaló que el banco utilizó todas sus reservas (unos 16.000 millones) para su saneamiento, pero éstas fueron insuficientes. Explicó la operación reciente de apoyo al Urquijo-Unión por parte de la banca privada y afirmó taxativamente que los créditos aportados por la banca privada en esta operación (unos 25.000 millones) eran a fondo pérdido.Más dramática fue su exposición sobre la situación del Bankunión, cuya crisis la situó en el contexto de la crisis industrial de los años setenta, que provocó la desaparición como tal, al margen de otros grupos bancarios, de la banca industrial en este país. Señaló que este banco, una vez fusionado con el Urquijo, continuaba presentando problemas de mayor envergadura que los originalmente pensados, como lo revela el hecho de que sus resultados de explotación en 1984 fueron negativos en 763 millones de pesetas, a los que habría que sumar otros 2.300 millones aportados en concepto de saneamiento.

Por último, el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, anticipó la próxima presentación al Parlamento de un proyecto de ley para reforzar el control del Banco de España sobre las entidades de crédito, control que consideró insuficiente en el pasado como consecuencia de la falta de instrumentos legales. En ese sentido, rechazó cualquier responsabilidad por parte de las autoridades en la crisis.

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