Reclusos de Carabanchel denuncian el hacinamiento y la insalubridad en la prisión
Unos 200 reclusos de la prisión de Carabanchel han firmado un escrito en el que denuncian la "grave y deplorable situación" en la que se encuentra el centro penitenciario. Los presos señalan, entre otras cosas, hacinamiento en las celdas, insalubridad en aseos, pasillos y patios, mezcla indiscriminada de tipologías delictivas y escasez de encuentros cara a cara. El Ministerio de Justicia ha confirmado que la población reclusa de Carabanchel, 1.884 personas en la actualidad, ha vuelto a exceder la capacidad del centro.
Los reclusos firmantes del manifiesto, que está dirigido al rey Juan Carlos, al ministro de Justicia, al Defensor del Pueblo, al director general de Instituciones Penitenciarias, Amnistía Internacional y otras personalidades e instituciones, lo titulan SOS desde Carabanchel y afirman: "en esta prisión hay casi 2.000 seres humanos, quienes nos encontramos preventivamente, en espera de que se resuelva nuestra situación jurídica, por lo cual y ante la ley es de suponer nuestra inocencia".Respecto a las celdas, los presos dicen que la mayoría fue diseñada para albergar una o dos personas, y que en la actualidad son ocupadas por cuatro, que tienen que compartir un espacio de 4,50 metros de largo por 2,50 de ancho, incluida el área correspondiente al lavabo e inodoro. En otras celdas, más grandes, construidas para tres o cuatro personas como máximo, "se hacinan hasta nueve internos".
El manifiesto añade que el desaseo es general en pasillos y patios, "que apestan repletos de inmundicias durante períodos que se prolongan varias semanas, meses incluso". Esta situación "está provocando una cierta involución en las costumbres higiénicas de las personas. Es así como se nos niega el acceso diario a las duchas, las cuales permanecen cerradas cinco días a la semana, al no poderse disponer del gasóleo necesario, para el funcionamiento de las calderas". Los reclusos denuncian también "la mezcla indiscriminada de tipologías delictivas dentro del centro, debido a la falta absoluta de selección y clasificación de los reclusos". Otro motivo de queja es "la imposibilidad, por escasez de sitios adecuados, de visitas conyugales más frecuentes a los detenidos, las cuales se limitan a 45 minutos cada, 34 o 35 días".
Situación peligrosa
El portavoz del Ministerio de Justicia informó ayer que ni Fernando Ledesma ni Juan José Martínez Zato han recibido el manifiesto, pero confirmóque la actual población reclusa de Carabanchel ha vuelto a exceder la capacidad del centro.El pasado 14 de abril había internados 1.884 reclusos, de los que 1.637 eran preventivos, y 247, penados. La situación se ha alejado del nivel considerado aceptable tras las excarcelaciones del verano de 1983, cuando había 1.080 presos, y se acerca peligrosamente a la de diciembre de 1982, momento en el que los internos llegaron a 2.300.
Instituciones Penitenciarias espera paliar esta situación, considerada peligrosa, con la apertura de una nueva galería en Carabanchel, la quinta, y 250 celdas en Alcalá-Meco, inutilizadas en la actualidad.
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