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De la lavadora a la casa propia

Rosa Cullell

"Un amigo chino, funcionario, casado y con un hijo me comentaba que en los últimos tres años se ha comprado un televisor, una nevera y un frigorífico. Ha empleado para ello, durante 18 meses, uno de los dos sueldos que ingresa el matrimonio. Ahora aspira a comprarse una casa y tener sus propios rnuebles". Marcelo Muñoz, directivo de la única empresa española con delegación en Pekín, explica así los cambios registrados en la República Popular China en los últimos años.En el año 2000 se espera que unos 200 millones de chinos se trasladen del campo a la ciudad. "China", dice Marcelo Muñoz, está experimentando cambios a una velocidad no igualada por ningún otro país, y eso está fomentando en sus ciudadanos el consumo". Un matrimonio chino tiene un promedio de ingresos mensuales de 160 a 180 yuans, alrededor de 11.000 pesetas, y puede ahorrar unos 50 yuans. Pero, según afirman varios empresarios españoles con experiencia en China, allí "no existen productos de consumo para invertir los ahorros". Cualquier producto que se empiece a vender en Pekín, Cantón o Shanghai obtiene rápido éxito. Así, en 1984, la venta de lavadoras en China alcanzó los cinco millones de unidades.

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La liberalización, la apertura económica, ha dado a los chinos la posibilidad de trabajar en empresas extranjeras y viajar al exterior para etapas de estudio y formación. Los dirigentes chinos, además de instaurar zonas económicas especiales, a fin de atraer la inversión extranjera, fomentan la creación de joint ventures (empresas mixtas), en las que son empleados técnicos locales. En su despertar, los técnicos chinos que negocian con empresas extranjeras han aprendido también a pedir descuentos, y en algunos casos a llevarse un porcentaje. China ha emprendido un veloz camino hacia la modernización y se ha fijado metas tan ambiciosas como cuadruplicar el Producto Nacional Bruto (PNB) en cuatro años. Con una renta per cápita de 350 dólares (unas 60.000 pesetas), China está dispuesta a establecer relaciones de igual a igual con el mundo occidental en el año 2000.

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