El Fondo Monetario reduce sus estimaciones sobre la evolución de la economía mundial durante 1985 y 1986

La economía mundial registrará en 1985 y 1986 un incremento de su actividad algo más moderado que el originalmente previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe del pasado septiembre, pero aun así no se llegará a caer en una recesión. En Europa, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) apenas alcanzará el 2,5% en 1985 y en 1986 (prácticamente el mismo que en 1984), y el aumento global de la economía occidental será, en su conjunto, algo inferior al del pasado año, ya que Estados Unidos contribuirá menos a la recuperación en curso.

Esta previsión, contenida en el último informe del FMI sobre la situación económica, será presentada a debate en la reunión que iniciarán mañana, en Washington, los comités interino y de desarrollo del Fondo Monetario y Banco Mundial, en el denominado encuentro de primavera. El documento, confidencial, contiene unas previsiones algo más moderadas que las anticipadas en septiembre de 1984, aunque sin caer en el pesimismo.Por parte española asisten a las reuniones de este año el secretario de Estado de Planificación, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio. Participa también el secretario general de Comercio, Guillermo de la Dehesa.

Parón en Estados Unidos

Prácticamente, el análisis de los expertos del FMI se basa en una sola premisa: la reducción de la actividad en Estados Unidos. La disminución del ritmo de crecimiento de la economía estadounidense (se pasará de un aumento del producto nacional bruto, PNB, del 6,5% en 1983 a menos del 2% en 1985) tendrá serias repercusiones en el resto del mundo, y reducirá actividad, intercambios comerciales y posibilidades reales de expansión en las naciones en desarrollo.Según el informe, la actividad económica en el mundo en desarrollo deberá ser del orden del 4% en 1985 y del 4,5% en 1986 para no empeorar su situación real y facilitar la capacidad de recuperación de sus economías de cara al cumplimiento de sus requerimientos de pagos exteriores. El informe también confirma que, en 1984, las naciones en desarrollo registraron un aumento global de su producción del 3,7%, el primero en tres años consecutivos de recesión.

Las estimaciones de crecimiento de la actividad y comercio mundial del FMI y Banco Mundial son importantes de cara a la estrategia que los 148 países miembros deben adoptar a corto y medio plazo para hacer frente a los problemas más urgentes que interesan a estas agencias: la estabilidad monetaria y el endeudamiento de determinadas naciones del Tercer Mundo.

Precisamente, el encuentro de primavera del FMI y del Banco Mundial será dedicado, casi monográficamente, por acuerdo de la asamblea anual que ambas organizaciones celebraron el pasado septiembre, a los problemas relacionados con la deuda y el desarrollo que tiene planteados la economía internacional.

El plan que algunos expertos no han dudado en calificar como una ampliación al Banco Mundial de las funciones públicas (en el terreno económico) que el FMI practica en los programas de ajuste de las naciones deudoras, consistiría en el uso de los fondos del Banco Mundial para determinados programas concretos de desarrollo como parte de los recursos de asistencia que el FMI presta a las naciones que lo solicitan.

Nuevos tipos de ayuda

Simultáneamente, los técnicos del FMI han comenzado a trabajar en otras fórmulas de incremento del grado de asistencia a las naciones deudoras. Una de ellas consistiría en la creación de un nuevo fondo o facilidad financiera dentro del FMI, que protegiera a las naciones deudoras contra la evolución errática de los tipos de interés en los mercados mundiales. Por medio de un sobrecoste en el pago de sus intereses, en concepto de seguro, las naciones deudoras podrían protegerse con la evolución contraria de los tipos de interés.Según datos del propio FMI, con excepción de cuatro países (Argentina, Brasil, México y Venezuela), que el pasado año convirtieron en un superávit de 6.000 millones de dólares un déficit exterior acumulado de 25.000 millones de dólares en 1981, el resto de las naciones endeudadas del Tercer Mundo ha empeorado su situación. Algunos países, como los del área subsahariana africana, incluso se encuentran en una situación límite, y con seguridad se convierten en los próximos meses en el principal problema para los organismos internacionales.