_
_
_
_

Jake Garn

Senador republicano estadounidense, se convirtió ayer en el primer legislador-cosmonauta del mundo

Francisco G. Basterra

El senador republicano por el Estado de Utah Jake Garn se convirtió ayer en el primer legislador-cosmonauta del mundo después de que el transbordador espacial norteamericano Discovery entrara en órbita. En el pasado, antiguos cosmonautas se han transformado en congresistas, pero hasta ahora no había ocurrido al revés. El ejemplo más conocido de lo primero es John Glenn, que el pasado año intentó, sin éxito, lograr la designación demócrata para la presidencia. Como él, Garn tiene lo que hay que tener para ir al espacio: "The right stuff", según la expresión que hizo famosa Tom Wolfe en su libro sobre los cosmonautas

A Garn, un mormón de 52 años, se le supone el valor. Hace poco decidió saltar en paracaídas y fue piloto de la Marina en la guerra de Corea. Posteriormente continuó volando, realizando miles de horas, sobre todo en aviones de hélice. Formó parte durante más de 20 años de la fuerza aérea de la Guardia Nacional de su Estado, hasta que la abandonó después de que su esposa le diera a elegir entre ella, el Senado y el Ejército, diciéndole que tenía que dejar una de las tres actividades.Pero el valor y su gran preparación fisica -corre 10 kilómetros diarios al amanecer- no hubieran sido suficientes para que Garn se subiera al transbordador espacial. Sus críticos afirman que ha conseguido ser astronauta en cinco días, el plazo que durará esta misión espacial, porque preside el Subcomité de Apropiaciones del Senado, que se ocupa del presupuesto de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA). El presidente Reagan había prometido que el primer astronauta civil sería un profesor, pero Garn se le ha adelantado. Políticamente es un conservador, duro en temas de defensa. Preside el Comité Bancario del Senado, y el polémico defensor de los derechos ciudadanos Ralph Nader ha ironizado diciendo que "realmente más que el primer senador es el primer banquero que va al espacio".

Garn propuso su candidatura para este vuelo espacial durante las audiencias del Subcomité de Apropiaciones y se ha preparado concienzudamente para su misión. Después de más de 200 horas de entrenamiento y perder cinco kilos de peso, Garn estuvo a punto de ver desaparecer la ilusión de su vida. El vuelo del Challenger al que estaba asignado fue suspendido, pero la NASA le eligió para volar en el Discovery. Su única frustración ha sido que no le han dejado subir a bordo, entre los 20 objetos personales que cada tripulante puede transportar consigo, ninguna de sus tres cámaras Nikon.

En la nave espacial, Garn es un payload specialist, un tripulante que lleva consigo una carga para hacer experimentos, un paquete humano. En este caso, una serie de instrumentos científicos par hacer pruebas médicas en estado de ingravidez. "Lo que más me fascinó de los entrenamientos fue precisamente la sensación de la ingravidez", ha dicho el senador astronauta.

La NASA le ha provisto de unos micrófonos especiales que grabarán los sonidos de sus intestinos a lo largo de la misión. "Algunas, veces las tripas se bloquean en el espacio, y con este experimento los científicos quieren saber qué ocurre exactamente en el tracto digestivo", ha explicado Garn. El senador será en los próximos días un experimento ambulante: un ordenador miniatura programado con juegos servirá para calibrar su destreza; otro artefacto registrará la coordinación de la vista y sus movimientos. Por supuesto, será también sometido a un electrocardiograma continuado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_