El Licor 43 resultó un flojo semifinalista
El Licor 43 viene a Madrid de paso hacia no se sabe qué destino. De paso, también, acostumbra a ser derrotado con facilidad pasmosa, casi irritante a la vista de que está considerado entre el grupo escogido de los cuatro mejores del campeonato. Según esta semifinal, resulta que la Liga es, en sí misma, una interinidad que dura varios meses hasta que llegue el momento del Real Madrid-Barcelona. El Licor 43 deshonró ayer la categoría de semifinalista. Le está grande ese título.No hizo falta que Lolo Sainz se levantara del banquillo para pedir un tiempo muerto a la vista del 0-8 inicial porque los madridistas llegaban al empate solucionando sus propios problemas. Poco después el camino hacia los 20 puntos de diferencia estaba ya enfilado. El Licor 43 dispuso una zonita; sus jugadores daban pasitos para llegar al aro contrario; la defensa adversaria se bastaba cómodamente para quitarles los balones, hasta el punto de que el 51-31 a falta de 1.48 minutos para el descanso sig nificaba, entre otras cosas, que el equipo en cuestión, el del pasito y la zonita, había marcado sólo 10 tantos en casi 10 minutos, espectacular resultado al que los madridistas, en su condición de defensores, no podían dar crédito. Evidentemente, la defensa del Madrid, con haber actuado a medio gas, pero a :satisfacción, no había sido para tanto.
Ahora bien, no se sabe por qué, el marcador se puso en 73-63 a falta de 7..20 minutos, hecho cireunstancialdel que se dio cuenta el público por el frenesí repentino que le entró al banquillo del Licor 43. Mejor les habría ido si no hubieran advertido a nadie de ello. A lo mejor a hurtadillas habrían hecho algo. A falta de tres minutos, seguía la misma diferencia (85-75), pero nadie se soliviantó por ello. El Real Madrid apretó un poco y se fue. El Licor 43 sólo puso a prueba el reprise rnadridista.
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