En favor de la esposa de De Paula

Llevo varios días leyendo con detenimiento la información que su diario incluye sobre el caso Rafael de Paula y no me queda más remedio que comunicarle que la visión que se está dando a este asunto desde EL PAIS es sencillamente bochornosa.Se alaban las cualidades del torero, se hacen eco de los comentarios más reaccionarios y machistas de la población de la zona, se recogen opiniones vergonzantes sobre la actitud de su mujer, a la que ya sólo queda por calificar de puta. Es una verdadera campaña de acoso y derribo contra una mujer que se sale de la norma, y es también una verdadera campaña la que estos días se está montando en todos los medios de comunicación (Prensa, radio ... ) para presionar sobre el juez instructor del caso, que finalmente ha decidido poner en libertad incondicional al valiente torero.

Nada, o casi nada, se dice, por otro lado, del intento de asesinato de la persona que mantenía presuntas relaciones amorosas con Marina (esposa de Rafael de Paula), del que existen serios indicios que fuera inducido y comandado por el gitano torero. En este caso confluyen todos los ingredientes de la España negra: el cura de la Maestranza que visita a Rafael en la prisión y dice que está abatido, la muchacha que persigue a la señora de la casa a instancias del marido, la preparación de una manifestación ante el domicilio del juez para pedir la libertad del torero y las opiniones del personal que opina que "Marina es carne pa mataero". En la información que ofrece su periódico me ha asombrado no ver reflejada ninguna voz críti-

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ca sobre esta escandalosa historia, y lo que más me ha apenado es que las corresponsales de estas crónicas, Inés Alba y Karmentxu Marín, dos mujeres, se hayan hecho eco de la versión que sobre este asunto está dando la Prensa más reaccionaria del país y que no hayan querido (o quizá podido) incluir otros comentarios en que se plasmase la otra cara de la moneda-