Las aportaciones de los jubilados

También los hoy jubilados fueron cotizantes, más tiempo que nadie, en razón de su edad -lo hemos repetido muchas veces-, para formar ese patrimonio sindical acumulado.También estaban obligados a formar parte de las organizaciones de jubilados, que tenían su domicilio en las llamadas casas sindicales, tanto en las delegaciones comarcales o provinciales de Sindicatos como en la propia sede central de la Organización Sindical del paseo del Prado, hoy Ministerio de Sanidad y Consumo.

Cuando fue posíble se formaron las organizaciones libres y democráticas de pensionistas y jubilados, cual nuestra UDP, con sus hoy más de medio millón de afiliados, que se las ven y se las desean para poder subsistir en locales de precario, y algunos sin local social todavía, en los propios domicilios de los directivos.

Tantas veces como hemos acudido con estas ideas al señor ministro de Trabajo y Seguridad Social, don Joaquín Almunia; al subsecretario de Trabajo, don Segismundo, Crespo; al secretario general de la Seguridad Social, don Luis García de Blas, y a otras muchas autoridades u organismos, siempre se nos contesta que se nos tendría en cuenta cuando se estudiara la ley o el decreto de reparto de ese patrimonio.

Solamente se ha estimado, al menos por lo que sabemos hasta ahora, que no va a ser repartido en propiedad, sino en usufructo, que era, precisamente, nuestra propuesta. Pero para todos, y entre esos todos, bien que principalmente, también nos tiene que llegar a las asociaciones de pensionistas. A nuestros compañeros de todas las provincias y de las comarcas, que lo necesitan más que nadie, siquiera sea una secretaría donde fijar su domicilio social, donde pueda reunirse la junta directiva y acudir los socios a plantear sus problemas y hacer sus cotizaciones.

¿Es mucho pedir que los que estuvieron 40 años obligados a cotizar a aquella organización exijan un pequeño espacio de lo que de verdad les corresponde?-

Secretario general de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados.