Los viajes de los honorables

ganizada por el alcalde socialista de Guimar (Tenerife), hacia el país que cuenta en el mundo con más emigrantes de esta región. Y, finalmente, se desplazó al archipiélago portugués de Madeira para estrechar lazos entre ambos Gobiernos autónomos y para tratar de una posible importación de agua de estas islas.El presidente de la Xunta de Galicia, el aliancista Gerardo Fernández Albor, ha realizado hasta ahora seis viajes al extranjero, principalmente a Latinoamérica (Argentina dos veces, Uruguay, Brasil), Estados Unidos, Portugal y República Federal de Alemania. La mayor parte de sus desplazamientos se han producido con la finalidad de visitar comunidades de emigrantes gallegos, aunque también asistió a la toma de posesión del presidente argentino, Raul Alfonsín. Los viajes a Portugal tuvieron como objetivo proyectos de colaboración interregional, y el desplazamiento a Nueva York, la asistencia al desfile de la Hispanidad.

Joan Lerma, el presidente socialista de la Comunidad Valenciana, viajó en septiembre de 1984 a Estados Unidos acompañado de dos miembros de su Gobierno, invitado por la Secretaría de Estado de la Administración Reagan. Este viaje, según informó en el Parlamento valenciano, respondiendo a una interpelación, costó 1.253.189 pesetas. El último viaje de Joan Lerma a Bélgica ha sido el más reciente, concretamente, entre el 24 y 28 de febrero del presente año, y el más polémico. La visita, en esta ocasión, tuvo una motivación comercial, iniciativa que partió de la Federación de Empresarios Flamencos. El presidente se hizo acompañar de seis altos cargos y técnicos. Los gastos del viaje corrieron a cargo de los presupuestos de la Generalitat, así como el de los doce periodistas que les acompañaron, y que ascendieron a cerca de tres millones de pesetas. El resto de la comitiva estaba compuesto por 24 empresarios valencianos, quienes se pagaron personalmente los gastos.

Por el contrario, otros dos presidentes socialistas de Gobiernos autónomos, Pedro Silva (Asturias) y José Bono (Castilla-La Mancha), se han mostrado mucho más moderados y sólo han realizado un desplazamiento a México, invitados, respectivamente, por el Centro Asturiano de México y por el municipio de Guadalajara (Estado de Jalisco). El también socialista Santiago Marraco, presidente de Aragón, se ha desplazado en cuatro ocasiones a Francia, para lo que ha utilizado aerotaxis, fundamentalmente para asistir a reuniones de cooperación interregional.

El aliancista Gabriel Cañellas, presidente de Baleares, se ha desplazado en siete ocasiones al extranjero en viajes oficiales -tres de ellos subvencionados por tour operators (mayoristas de turismo) alemanes- y uno invitado por las autoridades mexicanas con motivo del bicentenario del fallecimiento de fray Junípero Serra. Los otros tres viajes al extranjero fueron a la ciudad francesa de Saint Malo (4 de octubre de 1983), para asistir a las sesiones de la Conferencia de las Regiones Periféricas del Mediterráneo (CRPM); al Consejo de Europa, en Estrasburgo (24 de enero de 1984), y a la ciudad italiana de Trieste (2 de octubre de 1984), también para la CRPM.

El ex lendakari Carlos Garaikoetxea, durante el tiempo de su mandato, realizó un solo viaje oficial al extranjero, en mayo de 1983, desplazándose a Panamá, Venezuela y Colombia, en una visita que respondió a las invitaciones de las diferentes colonias vascas en esos países. El viaje tuvo como eje central la conmemoración del bicentenario de Simón Bolívar que fue celebrado en los citados países suramericanos. El ex lendakari viajó con su esposa, Sagrario Mina; con su jefe de Prensa, Gorka Kenerr; la relaciones públicas, Begoña Ezpeleta; el encargado de las relaciones con las comunidades vascas en el extranjero y el parlamentario vasco Iñaki Anazagasti (organizador del viaje) y tres miembros de seguridad. En este segundo viaje oficial de Garaikoetxea, los periodistas que acudieron a los países suramericanos lo hicieron enviados por los distintos medios de comunicación vascos (en su primer viaje oficial, a Cataluña, el Gobierno vasco pagó el viaje a los periodistas). En Panamá fue recibido a su llegada por el ministro de Asuntos Exteriores y, posteriormente, por el presidente. También fue recibido por los presidentes de Venezuela y Colombia y participó en recepciones de las embajadas españolas en estos países. El presupuesto del viaje alcanzó los cuatro millones de pesetas.

Andaluces y extremeños

El presidente de la Junta de Andalucía, el socialista José Rodríguez de la Borbolla, ha viajado fuera de España de forma oficial en dos ocasiones. En noviembre del pasado año, a Israel, invitado expresamente por el Gobierno laborista de Simón Peres, que corrió con todos los gastos. Y en enero de este año acudió a las Comunidades Europeas para participar en una Conferencia sobre Regiones Marítimas; los presupuestos de la comunidad autónoma financiaron el viaje. Entre estancia y viajes, el desplazamiento de Rodríguez de la Borbolla, el presidente de la Agencia del Medio Ambiente (AMA), Tomás Azcárate, y el asesor del presidente Juan Antonio Barragán supuso un importe de 503.651 pesetas. Por su parte, el presidente del Parlamento de Andalucía, Antonio Ojeda, ha realizado cuatro viajes oficiales: a Francia -en dos ocasiones-, Italia y Perú.

El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha realizado cuatro viajes al extranjero (Francia, Reino Unido, República Federal de Alemania y Perú) invitado por empresas extranjeras, por el Partido Socialista francés y por la municipalidad de Lima. El presidente murciano, Carlos Collado Mena, se ha desplazado sólo a Alemania; y el de Castilla y León, Demetrio Madrid, únicamente a Francia. José María de Miguel, presidente de La Rioja, ha realizado dos viajes: uno a Francia y otro a Argentina y Chile. Y el aliancista Ángel Díaz Entresantos, presidente de Cantabria, ha viajado a las Comunidades Europeas y a Italia.

En el mundo no se da ninguna situación parecida a la española en cuanto a representación exterior de las autoridades regionales. Italia y las repúblicas federales tiene legislaciones muy restrictivas en este tema. Australia y Suiza son las naciones con menores restricciones en esta materia.