Reportaje:LA IMAGEN EXTERIOR DE ESPAÑA

Los viajes de los honorables

Más de 50 visitas oficiales al extranjero protagonizaron los presidentes de los Gobiernos autonómicos en los dos últimos años

Madrid - 07 abr 1985 - 00:00CEST

El Estado de las autonomías ha propiciado la salida de numerosas regiones al extranjero mediante viajes oficiales de sus 17 presidentes. La falta de regulación de estos desplazamientos (más de 50 en dos años) está provocando graves problemas de descoordinación a la política exterior española. Con datos recogidos por los corresponsales de EL PAIS en las distintas autonomías y con los recabados en la Administración central se ha elaborado este informe sobre los viajes al extranjero de los presidentes de las comunidades autónomas.

Los nuevos representantes del Estado, los presidentes de las comunidades autónomas, han descubierto el irresistible encanto de lucir su cargo por el extranjero Más de cincuenta viajes oficiales o seudooficiales han protagonizado en los últimos dos años los diecisiete jefes de Gobiernos autónomos, a los que hay que añadir los innumerables desplazamientos de parlamentarios y alcaldes allende nuestras fronteras. Tal frenesí viajero, que no tiene parangón en ningún país del mundo (independientemente de que su estructura administrativa sea federal o unitaria), no sólo ha deparado abundantes críticas internas a la utilización de los caudales públicos o al previsible ridículo de algunas de estas embajadas, sino que también ha producido ya graves interferencias en la política exterior española.La insuficiente concreción del artículo 149 de la Constitución, que otorga al Estado competencia exclusiva sobre las relaciones exteriores, y la falta de una normativa precisa sobre este tipo de viajes, ha favorecido una situación con ribetes de esperpento: el Gobierno central sostiene unas tesis sobre Israel y Nicaragua, y determinados representantes del Estado -nunca se sabe bien si a título privado u oficial- efectúan declaraciones en Tel Aviv o Managua que contradicen las mismas Embajadas y consulados de España se enteran por casualidad, a través de las cancillerías o por mínimas reseñas en los periódicos locales, de que determinado presidente de una comunidad autónoma está realizando una visita oficial al país ante cuyo Gobierno están acreditados; cuando no sucede, como recientemente con laXunta de Galicia, que el Gobierno regional, sin encomendarse a Dios ni al diablo, firma un acuerdo internacional con Dinamarca, sobre el que el Gobierno central ha solicitado un dictamen al Tribunal Constitucional.

Regular por decreto

La situación es tan grave, que el Gobierno central está dispuesto a elaborar en breve un decreto que regule este tipo de viajes, tras el caso omiso que muchos de estos personajes han hecho a las indicaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la conveniencia de coordinar e intercambiar información sobre estos desplazamientos de representantes del Estado, que lo son, al extranjero. Ni las recomendaciones de Asuntos Exteriores ni las sucesivas circulares de la ejecutiva del PSOE a sus distinguidos afiliados (12 de los 17 presidentes autonómicos pertenecen al partido socialista) han logrado erradicar esta afición de los honorables a ejercer por libre la representación de España en el extranjero.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, el 31 de octubre de 1983, envió una carta a todos los delegados del Gobierno en las comunidades autónomas recordándoles que la Secretaría General Técnica de este departamento "es el órgano al que en principio están asignadas las competencias en lo relativo a la coordinación de la vertiente exterior de las comunidades autónomas, a fin de conseguir una mayor eficacia de estos contactos exteriores, dejando siempre a salvo lo dispuesto en el artículo 149.1.3 de la Constitución y facilitando a nuestras embajadas y consulados la mayor información posible, para que de esta forma, con sus instrumentos in situ, apoyen y colaboren en el eficaz resultado de estos contactos de las diversas autoridades de las comunidades autónomas".

En virtud de ello, continuaba la carta, "sería muy interesante que por parte de esa delegación del Gobierno se informase de los viajes y contactos exteriores de las autoridades tanto del órgano ejecutivo como del legislativo de esa comunidad". Y concluía ofreciendo a las comunidades autónomas "dar instrucciones a nuestras embajadas y consulados, siempre en un espíritu de comprensión y colaboración mutua, que redundará en beneficio de la acción exterior del Estado. Cuanto más amplia pueda ser la información que nos llegue (componentes de la delegación que viaja, finalidades del viaje, personas a contactar en el exterior, etcétera), más eficaz será nuestra labor de coordinación y la labor de apoyo de nuestras representaciones en el exterior".

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Viajes mil

De los diecisiete presidentes de comunidades autónomas, quien más viajes ha realizado al extranjero ha sido Jordi Pujol (Cataluña), y el que menos, Joaquín Leguina (Madrid), correspondiendo a Jerónimo Saavedra (Canarias), Joan Lerma (Valencia) y Gerardo Fernández Albor (Galicia) los desplazamientos más controvertidos por la amplitud de los séquitos, la organización o la finalidad de los mismos.

El socialista canario Jerónimo Saavedra, que es soltero, se hace acompañar frecuentemente en sus desplazamientos por su hermana Isabel, en calidad de primera dama. Sus salidas oficiales al extranjero han sido a Estados Unidos, Venezuela y Madeira, y en estos días prepara un nuevo desplazamiento a Moscú. Su estancia en Nueva York, el pasado año, estuvo encuadrada en una campaña turística y cultural, organizada por los departamentos correspondientes de su Gabinete, que tenía por finalidad la promoción de las islas en el mercado norteamericano. A los actos, sin embargo, acudieron muy pocas personas. A Venezuela viajó en el marco de una expedición de 1.000 canarios or

LOS VIAJES DE LOS HONORABLES

ganizada por el alcalde socialista de Guimar (Tenerife), hacia el país que cuenta en el mundo con más emigrantes de esta región. Y, finalmente, se desplazó al archipiélago portugués de Madeira para estrechar lazos entre ambos Gobiernos autónomos y para tratar de una posible importación de agua de estas islas.El presidente de la Xunta de Galicia, el aliancista Gerardo Fernández Albor, ha realizado hasta ahora seis viajes al extranjero, principalmente a Latinoamérica (Argentina dos veces, Uruguay, Brasil), Estados Unidos, Portugal y República Federal de Alemania. La mayor parte de sus desplazamientos se han producido con la finalidad de visitar comunidades de emigrantes gallegos, aunque también asistió a la toma de posesión del presidente argentino, Raul Alfonsín. Los viajes a Portugal tuvieron como objetivo proyectos de colaboración interregional, y el desplazamiento a Nueva York, la asistencia al desfile de la Hispanidad.

Joan Lerma, el presidente socialista de la Comunidad Valenciana, viajó en septiembre de 1984 a Estados Unidos acompañado de dos miembros de su Gobierno, invitado por la Secretaría de Estado de la Administración Reagan. Este viaje, según informó en el Parlamento valenciano, respondiendo a una interpelación, costó 1.253.189 pesetas. El último viaje de Joan Lerma a Bélgica ha sido el más reciente, concretamente, entre el 24 y 28 de febrero del presente año, y el más polémico. La visita, en esta ocasión, tuvo una motivación comercial, iniciativa que partió de la Federación de Empresarios Flamencos. El presidente se hizo acompañar de seis altos cargos y técnicos. Los gastos del viaje corrieron a cargo de los presupuestos de la Generalitat, así como el de los doce periodistas que les acompañaron, y que ascendieron a cerca de tres millones de pesetas. El resto de la comitiva estaba compuesto por 24 empresarios valencianos, quienes se pagaron personalmente los gastos.

Por el contrario, otros dos presidentes socialistas de Gobiernos autónomos, Pedro Silva (Asturias) y José Bono (Castilla-La Mancha), se han mostrado mucho más moderados y sólo han realizado un desplazamiento a México, invitados, respectivamente, por el Centro Asturiano de México y por el municipio de Guadalajara (Estado de Jalisco). El también socialista Santiago Marraco, presidente de Aragón, se ha desplazado en cuatro ocasiones a Francia, para lo que ha utilizado aerotaxis, fundamentalmente para asistir a reuniones de cooperación interregional.

El aliancista Gabriel Cañellas, presidente de Baleares, se ha desplazado en siete ocasiones al extranjero en viajes oficiales -tres de ellos subvencionados por tour operators (mayoristas de turismo) alemanes- y uno invitado por las autoridades mexicanas con motivo del bicentenario del fallecimiento de fray Junípero Serra. Los otros tres viajes al extranjero fueron a la ciudad francesa de Saint Malo (4 de octubre de 1983), para asistir a las sesiones de la Conferencia de las Regiones Periféricas del Mediterráneo (CRPM); al Consejo de Europa, en Estrasburgo (24 de enero de 1984), y a la ciudad italiana de Trieste (2 de octubre de 1984), también para la CRPM.

El ex lendakari Carlos Garaikoetxea, durante el tiempo de su mandato, realizó un solo viaje oficial al extranjero, en mayo de 1983, desplazándose a Panamá, Venezuela y Colombia, en una visita que respondió a las invitaciones de las diferentes colonias vascas en esos países. El viaje tuvo como eje central la conmemoración del bicentenario de Simón Bolívar que fue celebrado en los citados países suramericanos. El ex lendakari viajó con su esposa, Sagrario Mina; con su jefe de Prensa, Gorka Kenerr; la relaciones públicas, Begoña Ezpeleta; el encargado de las relaciones con las comunidades vascas en el extranjero y el parlamentario vasco Iñaki Anazagasti (organizador del viaje) y tres miembros de seguridad. En este segundo viaje oficial de Garaikoetxea, los periodistas que acudieron a los países suramericanos lo hicieron enviados por los distintos medios de comunicación vascos (en su primer viaje oficial, a Cataluña, el Gobierno vasco pagó el viaje a los periodistas). En Panamá fue recibido a su llegada por el ministro de Asuntos Exteriores y, posteriormente, por el presidente. También fue recibido por los presidentes de Venezuela y Colombia y participó en recepciones de las embajadas españolas en estos países. El presupuesto del viaje alcanzó los cuatro millones de pesetas.

Andaluces y extremeños

El presidente de la Junta de Andalucía, el socialista José Rodríguez de la Borbolla, ha viajado fuera de España de forma oficial en dos ocasiones. En noviembre del pasado año, a Israel, invitado expresamente por el Gobierno laborista de Simón Peres, que corrió con todos los gastos. Y en enero de este año acudió a las Comunidades Europeas para participar en una Conferencia sobre Regiones Marítimas; los presupuestos de la comunidad autónoma financiaron el viaje. Entre estancia y viajes, el desplazamiento de Rodríguez de la Borbolla, el presidente de la Agencia del Medio Ambiente (AMA), Tomás Azcárate, y el asesor del presidente Juan Antonio Barragán supuso un importe de 503.651 pesetas. Por su parte, el presidente del Parlamento de Andalucía, Antonio Ojeda, ha realizado cuatro viajes oficiales: a Francia -en dos ocasiones-, Italia y Perú.

El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha realizado cuatro viajes al extranjero (Francia, Reino Unido, República Federal de Alemania y Perú) invitado por empresas extranjeras, por el Partido Socialista francés y por la municipalidad de Lima. El presidente murciano, Carlos Collado Mena, se ha desplazado sólo a Alemania; y el de Castilla y León, Demetrio Madrid, únicamente a Francia. José María de Miguel, presidente de La Rioja, ha realizado dos viajes: uno a Francia y otro a Argentina y Chile. Y el aliancista Ángel Díaz Entresantos, presidente de Cantabria, ha viajado a las Comunidades Europeas y a Italia.

En el mundo no se da ninguna situación parecida a la española en cuanto a representación exterior de las autoridades regionales. Italia y las repúblicas federales tiene legislaciones muy restrictivas en este tema. Australia y Suiza son las naciones con menores restricciones en esta materia.